“Hemos cambiado un par de cosas y estoy jugando muy sólido y pateando bien”. Esta frase, matiz arriba o abajo, es la que viene repitiendo desde el jueves Jorge Campillo, actual líder del Qatar Masters después de tres rondas. Toca preguntarse, entonces, qué ‘cositas’ son esas, teniendo en cuenta que el extremeño venía de fallar cortes y de pasar desapercibido en el campeonato del mundo de México.
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De entrada, digamos que el jugador español ha contado con la valiosa ayuda de Jesús Legarrea, profesional de golf y actual caddie de Jorge, y también la de su profesor, José Carlos Gutiérrez, en este caso a través de los vídeos que el jugador le mandaba desde Omán y Qatar. No olvidemos que Legarrea compagina su actual actividad como caddie con la de gerente y profesor del Golf Indoor Center, el centro de entrenamiento que su padre, Jesús Mari Legarrea, puso en marcha hace ya diez años en Pamplona, así que seguramente está cualificado para aportar en el aspecto técnico algo más que la media de los caddies.
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El primer y gran detalle que ha iluminado el panorama de Campillo tiene que ver con el ‘stance’, la posición delante de la bola. La milimétrica corrección, llamémosla así, que han realizado ha sido la de situar la bola un poco más al pie izquierdo. Nada más. Y nada menos, si atendemos a los resultados. “la bola ahora me está saliendo más por la línea, estoy mucho mejor”, comenta Campillo. No hace falta señalar, además, que el proceso de detectar el matiz y trabajarlo no es tarea tan sencilla como el hecho de describirlo o enunciarlo…
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El otro detalle tiene que ver con el putt. Hace ya bastante tiempo (más de un año) que Campillo trabaja con Mike Kanski, colaborador de Phil Kenyon, el gran gurú del putt en la actualidad, y los resultados han sido muy buenos, puesto que Jorge cerraba el año 2019 como uno de los mejores pateadores del circuito europeo según todas las estadísticas. Pues bien, el jugador español, que en este 2020 no estaba nada acertado en los greenes, tuvo una sesión de trabajo con Kanski en Omán, la semana pasada, aunque de poco o nada sirvió. Es cierto que tocaron algo, cambiaron alguna cosa, pero el resultado y las sensaciones del jugador aún fueron peores… Así, esta semana, en Qatar, Jorge volvía a verse con Kanski en el putting green del Education City Golf Club. En esta ocasión, después de ver y analizar, el profesor reconocía que los cambios realizados en Omán no habían sido los acertados, asumiendo incluso la responsabilidad y estableciendo un nuevo plan técnico de trabajo, que es el que, ahora sí, está dando los frutos apetecidos. Suele decirse que rectificar es de sabios y que más vale tarde que nunca. Quedémonos con ello, por tanto, y dejémoslo ahí.
