Inicio Grandes Circuitos DP World Tour Donald espera contar en la Ryder con Rahm… y con un hipnotizador

Donald espera contar en la Ryder con Rahm… y con un hipnotizador

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Luke Donald © Golffile | Malcolm Mackenzie
Luke Donald © Golffile | Malcolm Mackenzie

Conocer que Jon Rahm había decidido unirse a LIV Golf no fue el mejor regalo de cumpleaños para Luke Donald, pero tampoco fue una enorme sorpresa. Por las conversaciones que había mantenido recientemente con el campeón de Barrika podía llegar a sospecharlo. «Jon tenía sus razones», dijo el capitán del equipo europeo de la Ryder este miércoles en la previa del Dubai Invitational en el que participa.

«Hemos intercambiado algunos mensajes sobre la Ryder Cup, pero no he hablado con él personalmente sobre sus razones. Estoy seguro de que tiene algunas muy buenas. No estoy aquí para juzgar sus decisiones. Pero desde mi punto de vista, mientras siga siendo miembro del DP World Tour, es elegible. No creo que nada vaya a cambiar», insistió Donald.

Aunque lo cierto es que sí podrían cambiar las cosas. En cuanto Jon juegue un torneo que entre en conflicto directo con el DP World Tour, probablemente el LIV de México del próximo mes, incurrirá tanto en una multa como en una suspensión. Eso sí, cada caso se juzga de manera independiente por el director ejecutivo, Keith Pelley.

«El reglamento dice que el jugador tiene que haber nacido en Europa y ser miembro del DP World Tour«, dijo Donald sobre los actuales criterios de elegibilidad para el equipo del Viejo Continente. «No veo que eso vaya a cambiar. No he hablado específicamente con Keith sobre si las estructuras de multas cambiarán en el futuro. Pero eso depende del jugador y de lo que quiera hacer. Lo que sí sé seguro es que, hablando con Jon, jugar en la Ryder Cup en el futuro está muy arriba en sus prioridades», insistió.

Es lógico que exista cierta inquietud en Donald porque si los tres mejores jugadores de cualquier equipo de la Ryder están inspirados, las opciones de ganar aumentan. El mejor ejemplo es la edición del pasado año en Roma, con Rahm, McIlroy y Hovland sumando 10,5 puntos sin que ninguno de los tres formara pareja con alguno de los otros. Fue la fórmula ganadora en la convincente victoria europea.

«No se ganan Ryder Cups si tus superestrellas no juegan bien», dijo Donald. «Sin esos tres tipos jugando a un nivel tan alto, probablemente no ganaríamos. Así que necesitas que tus superestrellas jueguen genial, y Jon es una superestrella del juego. Sería un duro golpe si no estuviera en el equipo de la Ryder Cup 2025 en Bethpage Black«, comentó Donald.

En cuanto a la sede de la próxima edición de la competición bienal, Donald es consciente de que repetir el triunfo de Europa sobre Estados Unidos será mucho más difícil en suelo extranjero. Jugar ante un público neoyorquino enfervorizado en un campo preparado por quien asuma la capitanía de Estados Unidos no será plato de buen gusto. Eso no quiere decir que Donald haya pensado demasiado en ese asunto. Pero la sensación es que pronto lo hará.

«Tengo que encontrar la manera de convertir a la multitud en algo positivo, ya sea mentalmente, con un hipnotizador o con algodón en los oídos», reflexiona. «No sé. ¿Y lo del campo? Habrá que esperar a que el equipo empiece a tomar forma y ver cuáles son sus puntos fuertes. Quizá eso influya en mis elecciones. Se trata de intentar encontrar pequeñas ventajas donde puede haber desventajas», detalló.

«Por lo demás, me rondan por la cabeza algunas ideas y cosas, pero no tengo demasiados asuntos urgentes», prosiguió Donald. «Mañana tengo una llamada para hablar de la ropa, así que hay cosas que todavía requieren mi atención. Pero es un poco pronto para pensar en el sistema de clasificación o en mis vicecapitanes. En las próximas semanas veré a cuatro de los cinco que estuvieron a mis órdenes en Italia. Me sentaré a charlar con ellos para ver dónde tienen la cabeza y cuáles son sus sentimientos. Pero no hay prisa», añadió.

En cuanto a su propio juego, Donald cree que jugará más en Europa que en Estados Unidos en los próximos meses. Su necesidad de invitaciones para los torneos del PGA Tour significa que probablemente aprovechará su condición de ex campeón en su circuito nacional.

«Una de las cosas buenas es que puedo jugar con jugadores potenciales», dijo con una sonrisa. «Es bonito observarles y ver cómo se desenvuelven cuando juegan conmigo. Al mismo tiempo, cuando me toca a mí pegarle a la bola, estoy totalmente inmerso en mi golpe. Lo que no es tan fácil a mi edad. No tengo el nivel de expectativas que tenía, digamos, hace 10 años», finalizó.