Inicio Grandes Circuitos DP World Tour El bonito sueño de una cálida noche de mayo
El Dutch Open esta semana clasifica para el US Open y el Open Championship

El bonito sueño de una cálida noche de mayo

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Javier Ballesteros
Javier Ballesteros. (© Golffile | Eoin Clarke)

La victoria de Mito Pereira en el PGA Championship habría sido un historión. Tampoco habría estado mal la de Cameron Young o Will Zalatoris. Incluso es buena, muy buena, la de Justin Thomas y su remontada. No obstante, ninguna de ellas le llega ni a la suela del zapato a la que podría darse esta semana en el Bernardus Golf, en el Dutch Open, torneo del DP World Tour.

Es uno de las fechas más importantes del año en el circuito europeo. En estos tiempos donde el dinero de LIV Golf corre como la pólvora entre los mentideros del golf profesional, no está de más posar toda la atención en una cita cuya bolsa de premios es de 1.750.000 euros. Ya ven, ni siquiera llega al diez por ciento de lo que se jugará en el Centurion Golf Club del 9 al 11 de junio.

Sin embargo, en el Dutch Open lo de menos es el dinero. Lo que hay en juego esta semana es mucho más importante. Mucho más grande. Se trata de clasificar para el US Open y el Open Championship. Prácticamente, podríamos asegurar que cualquier jugador que termine esta semana entre los tres primeras en Países Bajos, hay que ver lo que cuesta no escribir Holanda, habría garantizado su presencia en los dos próximos Grandes. Eso, a día de hoy, LIV Golf no lo puede garantizar. No todo es el dinero.

Entre los participantes en el Dutch Open, y por tanto candidatos a este premio doble, están trece españoles. A saber: Sebastián García Rodríguez, Pep Anglés, Alfredo García Heredia, Adrián Otaegui, Alejandro Cañizares, Rafa Cabrera Bello, Jorge Campillo, Javier Ballesteros, Gonzalo Fernández Castaño, Álvaro Quirós, Ángel Hidalgo y Santi Tarrio. Ninguno de ellos tiene su plaza asegurada, ni mucho menos, ni en el US Open ni en el Open Championship, así que pueden imaginar la ilusión que hay en Bernardus Golf.

Ahora mismo, Ten Golf, e imaginamos que cualquier buen aficionado español, firmaría que al menos uno de los nuestros pueda conseguir semejante Gordo de la Lotería. Ojalá. Cualquier de ellos sería una historia alucinante, pero el sueño de una cálida noche de verano tiene nombres y apellidos y responde a Javier Ballesteros. 

Ríase usted de la posible victoria de Pereira en el PGA si lo ponemos al lado de una clasificación de Javier, el hijo mayor de Seve Ballesteros, para jugar la 150 edición del Open Championship en St Andrews, exactamente 28 años después de la victoria de su padre en el mítico Old Course. 

Ni que decir tiene que la hazaña es realmente complicada. Javier ha jugado este año cinco torneos valederos para el ranking mundial, tres el Alps Tour y dos de la Nordic League. Su mejor resultado ha sido un 29º puesto en Italia, en las Winter Series Golf Nazionale. Su último torneo fue hace tres semanas, también en el Alps, y falló el corte.

En cualquier caso, ya sabemos cómo se las gasta este deporte. Sabemos de sobra que cualquiera puede tener su gran semana. También sabemos, porque lo hemos visto en directo, lo bien que ha competido Javier cada vez que ha jugado en el Circuito Europeo. Soñar es gratis y, en este caso, es demasiado bonito como para no hacerlo. 

Concretamente, en el Dutch Open se reparten tres plazas para el Open Championship del Old Course para los tres mejores que acaben dentro del top 10 y que no estén ya clasificados. Mientras, es la tercera semana de la mini orden de mérito de cuatro semanas (acaba la semana que viene con el Porsche) clasificatoria para el US Open. Un top 3 casi asegura el US Open y, por supuesto, garantiza el British. No digan que no sería el historión del año…

Por cierto, en Japón, en el Mizuno Open, también se juega un torneo clasificatorio para el Open Championship. Se reparten cuatro plazas para los mejore clasificados entre los doce primeros.