El Irish Open se ha convertido a lo largo de los años en una especie de Olimpo del golf español. Sólo hay que echarle un vistazo al palmarés de este legendario torneo que se disputa desde 1927 para tener claro que mantiene un vínculo especial con España.
El asunto no es para tomárselo a broma. Todos los aficionados al golf de España, más allá de algún polemista recalcitrante, estará de acuerdo en que, hasta la fecha, los cuatro dioses de la Armada son Seve Ballesteros, José María Olazábal, Sergio García y Jon Rahm. Sólo hay que repasar los logros de los cuatro para que la balanza se incline de manera evidente. Por suerte, hemos tenido y tenemos otros grandísimos jugadores que han dado lustre a nuestro deporte a lo largo de los últimos 100 años, pero dioses, lo que se dice dioses, están esos cuatro.
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Pues bien, se da la curiosa circunstancia de que el Irish Open es el único torneo de la historia donde los cuatro han ganado. Ni siquiera ha sucedido en el Open de España, donde falta la muesca de Olazábal. Seve abrió el fuego con tres victorias en 1983, 1985 y 1986, siguió Olazábal con su triunfo en 1990, continuó Sergio García logrando en 1999 su primera victoria en el European Tour y ha rematado la faena, de momento, Jon Rahm, ganando en 2017 y 2019.
Para completar esta curiosa coincidencia, resulta que a lo largo de los 93 años de historia del Irish Open no lo ha conseguido ganar ningún español más. Parece un espacio reservado únicamente a los dioses. El Olimpo del golf español. Los que más se acercaron fueron Manuel Piñero y Rafa Cabrera Bello, que acabaron segundos en 1988 y 2012.
Esta realidad no deja de ser un aliciente más, una motivación extra, para los cinco españoles que compiten esta semana. Que un español gane el Irish Open significa sólo cosas muy grandes. Es lo que intentarán Adri Arnaus, que regresa a la competición con nuevo caddie (Bruno Isasi sustituye a Pello Iguarán), Nacho Elvira, Alejandro Cañizares, Sebastián García Rodríguez y Carlos Pigem.
