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Pablo y Raúl Quirós tomaron una decisión en el 9 que cambió la vuelta y les metió en la pelea por ganar

El juego que encendió la vuelta de Larrazábal

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Pablo Larrazábal (-5) necesitaba hoy un cambio en la hoja de ruta. Lo dijo ayer. Había que ser agresivo, buscar banderas y hacer birdies. El golfista español perseguía una tarjeta de cuatro o cinco menos para meterse en la pelea por la victoria en el Trofeo Hassan II. Y la encontró. Vuelta de 69 (cuatro menos) y metido arriba de lleno en la pelea por la victoria, a tres golpes del líder, Paul Dunne. Eso sí, el asunto no empezó precisamente bien…

Larrazábal arrancó el día con siete pares y un bogey, lejos del objetivo que se había marcado para la tercera vuelta. Sentía que el torneo se le podía estar escapando, aunque tiró de paciencia y algo más. Habló con Raúl Quirós, su caddie, justo cuando estaban en el tee del 9, antes de pegar el golpe de salida en este tenso par 3.

Había que meterle revoluciones a la vuelta y nada mejor que hacerlo con un juego. Le pueden llamar juego, reto, desafío o como quieran. En definitiva, se trataba de prender la mecha de la ronda. ¿En qué consiste? Muy simple. Raúl y Pablo dividieron mentalmente los diez hoyos que faltaban en grupos de dos. Si Pablo conseguía hacer una menos o mejor cada dos hoyos, ganaba él, si hacía par o peor, ganaba Raúl. Un aliciente más. Un acicate. Una manera también de no pensar en el resultado.

Y la vuelta se encendió, vaya si se encendió. Fue una hoguera. Birdies en el 9, 10, 12, 15 y 17. Cinco menos en diez hoyos, vuelta espléndida y a pelear por la victoria, donde le gusta a Pablo. Ah, y por supuesto también ganó el juego. De los cinco paquetes de dos hoyos se impuso en cuatro, mientras que Raúl ganó sólo uno (hoyos 13 y 14 donde hizo par). «La cena hoy la paga Raúl», aseguraba Larrazábal. Y Pablo tan contento. Y Quirós igual de contento o más. Es de esas veces en las que una ‘derrota’ sabe a victoria. Como entenderán, no es la primera vez que lo hacen y, obviamente, no siempre sale bien, pero en esta ocasión el resultado de la decisión fue redondo.

Aquí os dejamos las declaraciones de Larrazábal analizando su tercera vuelta en el Royal Golf Dar Es Salam y explicando el juego que prendió la hoguera. Consulta aquí los resultados en directo.

Así las cosas, Larrazábal peleará por la quinta victoria de su carrera en el European Tour. «Lo único que pienso es en hacerme una foto con la Daga», afirma. Por si tenían alguna duda de la estrategia con la que saldrá este domingo el golfista de Barcelona. La situación es la siguiente: Dunne (-8), Paratore (-6), Larrazábal, Waring y Jensen (-5). De ahí hacia abajo hay una igualdad tremenda. Hay 16 jugadores en cinco golpes o menos y entre el segundo clasificado y el 29º apenas hay cinco golpes. Preciosa batalla la que nos espera mañana en Royal Golf Dar Es Salam, con un español metido de lleno en la pelea y otros dos que aún tienen cosas que decir: Carlos Pigem (-3) y Jorge Campillo (-2).