La semana de Abu Dhabi es muy grande por muchas razones. Es el torneo inaugural de la temporada en el European Tour, hablamos de un Rolex Series, tendremos al Número 3 del mundo, a tres top ten mundiales y 13 top 50 y, además, se pone en marcha de nuevo la cuenta atrás para jugar la Ryder Cup. Tras diez meses suspendido por la pandemia mundial, el proceso de clasificación para el equipo europeo se reanuda con una cita que otorga muchos puntos.
De hecho, a partir de Abu Dhabi hay que multiplicar por 1,5 el botín conseguido en cada torneo, lo que se traduce en que el ganador el domingo se embolsará nada menos que 72 puntos de ranking mundial para la Ryder. Para que se hagan una idea, esa recompensa permitiría a Rafa Cabrera Bello tener una opción matemática de meterse en el equipo. Lo que está en juego es una cosa muy seria.
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Con todos estos elementos sobre la mesa es lógico que en Abu Dhabi cada dos años suenen tambores de Ryder… y este año no iba a ser menos. Uno de los jugadores históricos de Europa, Lee Westwood, ha bendecido este martes los cambios realizados por el capitán, Padraig Harrington. «Creo que es un acierto que ahora se multipliquen los puntos por 1,5 y que un poco más adelante se haga por dos. Es una decisión correcta con el objetivo de tener el equipo más fuerte posible cuando llegue la Ryder. Un jugador que hace dos años estaba a buen nivel ahora podría estar jugando mal, por lo que de esta manera se asegura que los que están más en forma más cerca de la fecha de la Ryder estarán en el equipo. Entiendo el cambio de puntuación», señaló el inglés, uno de los jugadores que ahora mismo está dentro del equipo por ranking mundial, por lo que en teoría ese cambio no le ha beneficiado tanto. Es una respuesta honesta.
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Respecto al equipo, Westwood rebate a aquellos que puedan pensar que 2021 será un año de transición para Europa. «No lo creo, seguro que vamos a tener un gran equipo y será muy equilibrado, como ocurre siempre. Tendremos a los sospechosos habituales, tipo Jon Rahm, Tommy Fleetwood o Rory McIlroy, que van a estar seguro, después habrá algunas sorpresas que nadie esperaba y algunos veteranos. Siempre ocurre igual. Por último, Harrington tendrá las tres invitaciones para terminar de equilibrar el equipo», apuntó.
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Ni que decir tiene que uno de los grandes objetivos de Westwood es jugar la Ryder Cup, lo mismo que sucede con Shane Lowry, en el extremo opuesto. El irlandés no ha estado nunca en esta competición y se muere de ganas por representar a Europa a las órdenes de Harrington. «No he tenido muchas posibilidades de meterme en el equipo de la Ryder. El año que estuve más cerca fue en 2016, con Darren Clarke de capitán, y dilapidé mis opciones yo mismo. Empecé a jugar muy mal, seguramente por la presión, y no fui capaz de manejar esa situación», admite.
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Lowry, que ganó en Abu Dhabi en 2019, espera que no le vuelva a ocurrir lo mismo. Su gran obsesión es no crearle un problema a Harrington. «Aún no hemos hablado de la Ryder Cup, pero os aseguro que lo único que espero es clasificarme para el equipo por mis propios medios y no tener que ponerle a él en la difícil situación de tener que elegirme a dedo. Si estoy jugando bien y me elige, perfecto, pero me gustaría no tener que ponerle en esa tesitura», remató.
La clasificación para la Ryder Cup está completamente abierta. Por si a alguien le queda alguna duda, sepan que aproximadamente aún queda el 70 por ciento de los puntos por repartir. Queda un mundo para llegar a Whistling Straits.
