En Suiza, los extremos se tocan por Málaga

De alguna manera, el mundo gira alrededor de Miguel Ángel Jiménez cuando el calendario alcanza esta semana de agosto en la que se juega el Omega European Masters en el Crans-sur-Sierre Golf Club de Crans Montana, Suiza. El malagueño, una vez más, ha sido fiel a la cita y va a disputar por trigésimo segunda vez este torneo, en el que ha tenido presencia e indudable protagonismo a lo largo y ancho de cinco décadas distintas, desde los años ochenta del pasado Siglo a estos ‘años veinte’ del Siglo XXI.

Quién sabe cuántas ediciones le quedan por jugar a Miguel, que se estrenaba en la edición de 1989 con un más que decente 16º puesto. Pero otro malagueño, Ángel Hidalgo, podrá presumir por los siglos de los siglos de haber superado ya una marca del de Churriana: Jiménez debutaba en Crans con 25 años cumplidos e Hidalgo lo va a hacer con 24…

“Es en lo único en que de momento le gano al Pisha”, comenta divertido el joven andaluz, al que este tipo de campo, corto, en altura y muy técnico, puede venir como anillo al dedo, igual que al legendario Miguel.

Jiménez llega a la cita con 717 torneos del circuito europeo a sus espaldas, mientras que Hidalgo suma ahora mismo 17. Sólo son setecientos menos. Digamos que Jiménez ha jugado sólo en Suiza casi el doble de torneos que Hidalgo lleva en su recién comenzada carrera en el circuito europeo. Esta semana en Suiza, como se ve, los extremos se tocan en Málaga, si se permite el juego de palabras.

Mucho han cambiado los tiempos desde el estreno de un malagueño al del otro. Un ejemplo concluyente: en 1989, cuando Jiménez hizo su primera aparición en tierras suizas, jugaron aquella edición casi la mitad del equipo europeo de la Ryder que tres semanas más tarde iba a enfrentarse al equipo estadounidense en The Belfry, tres de ellos con pasaporte español. Allí estaban los Seve, Olazábal, José María Cañizares, Langer y Gordon Brand Jr.  Si consultamos el ranking mundial, la diferencia es todavía más sangrante. En aquella edición de 1989 estaban presentes en Crans dos top ten mundiales (Seve y Olazábal, curiosamente), ocho top 50 mundiales y dieciocho top 100: Seve (que llegó esa semana como Número 2 del mundo), Olazábal (9), Lyle (11), Langer (20), McNulty (23), Parry (33), Brand Jr. (42), Peter Senior (46), José María Cañizares (55), Des Smyth (57), Haas (67), Rivero (69), Allen (81), Fowler (84), Ogle (85), Hawkes (91), Chapman (94 y Walton (100). Igualito que hoy en día, vaya: este año tenemos a un solo top 50 y cuatro top 100…

Seve, por cierto, ganaría aquella edición del 89 (qué raro); no en vano nadie ha ganado más veces que él este torneo, tres, desde su primera edición en 1906.

“Sería increíble poder coincidir con Miguel alguno de los dos días del fin de semana. Me encantaría. Es curioso que sólo en Suiza él haya jugado casi los mismos torneos del circuito europeo que yo, aunque también es normal porque yo acabo de empezar y él lleva toda una vida”, señala Hidalgo, que sí que ha tenido algún trato personal con Jiménez, el gran tótem del golf andaluz y malagueño, pero sobre todo con sus hijos. “Con el hijo mayor, Miguel, coincidí mucho siendo pequeños, y a partir de los 15 o 16 me vi mucho más con Víctor, que hoy es como un hermano para mí. Con Miguel, padre, también he estado varias veces, porque alguna vez me he quedado en su casa”.

Jiménez e Hidalgo, en efecto, tendrán que esperar a ver si coinciden en algunas de las rondas del fin de semana, puesto que no están en el mismo grupo el jueves y el viernes y tampoco van a salir juntos a jugar una ronda de prácticas… “Es que yo soy muy cortado para pedirle a algún jugador que juegue una ronda conmigo, e incluso para pedir un consejo. No tengo la confianza”, explica honestamente Hidalgo, que este martes saldrá por tanto al campo con sus habituales compañeros de partida cuando coinciden en un torneo, Santi Tarrio y Sebas García Rodríguez.

Un excelente trío, con mucho futuro por delante. Aunque, ya metidos en la harina de las comparaciones, con la imponente figura de Jiménez presidiéndolo todo, digamos que el de Churriana ha conseguido un botín de 1.230.486 euros sólo en sus 31 participaciones en Suiza, una cantidad que sobrepasa con creces el total de lo que Hidalgo, Sebas y Tarrio acumulan juntos en todos sus torneos del circuito europeo…

Obviamente, estos tres jugadores no llevan toda una vida por esos campos de Dios y el señor Jiménez, además de haber jugado mucho en Crans, es que lo ha hecho muy bien, pues tiene un primer puesto (2010), dos segundos (1993 y 2004) y un tercero (2008), además de un total de once clasificaciones entre los diez primeros y dieciocho en el top 25 final de la tabla. Las leyendas lo son por algo…