– Ernie Els (-9) saldrá en el partido estelar del sábado junto a Rafael Cabrera Bello. El Emirates Golf Club, uno de los escenarios de éxito recurrente en la carrera del veterano jugador sudafricano (cumplió 46 el pasado octubre) le ha dado vigor y equilibrio. En realidad, los greenes del recorrido de Dubai le han evitado a Els su suplicio habitual con el putt, aunque hay que apuntar que en los últimos tiempos Ernie ya venía sintiéndose mejor con el putter en la mano…
Pero ha sido aquí, en Dubai, donde se ha vuelto a producir el flechazo. «Me he vuelto a enamorar de los greenes otra vez», explicaba con gracia una vez finalizada su segunda ronda (67), libre de bogeys. Y es un problema para el resto de competidores que Els se encuentre a gusto en los greenes. Veremos si es capaz de anotarse su cuarta victoria en este campo.
– Alejandro Cañizares (-4) comenzó el torneo con doble bogey. Falsa alarma. En realidad su juego sigue en la buena senda, especialmente en esta segunda jornada, en la que ha cazado hasta 15 geenes en regulación. Si afina con el putter durante el fin de semana dará guerra. Todo un espectáculo, por cierto, verle dando bolas en el campo de prácticas después de jugar con un grip a mano cambiada (la mano izquierda va más abajo en la empuñadura). Él lo hace para sentir el swing más compacto… Pero es mejor no intentarlo sin el asesoramiento cercano y directo de un profesor y, quizá, de un médico.
– Y de Cañizares a Cañizares. Gabriel, el hermano mayor, ha dado hoy una lección de pundonor y de calidad. El jueves se marchaba del Emirates con un 77 en la mochila, pero hoy se plantaba con un parcial de cinco menos después de catorce hoyos y pie y medio metido en el corte en ese momento. En el 18, par 5, y después de irse contra la grada con su tercer tiro, embocaba el chip de vuelta, magnífico, y se ponía en marcha la factoria de golf de este jugador, que es sin duda de un nivel superior al que dictan sus resultados en el circuito europeo. Por desgracia, un doble bogey en el hoyo 6 (el 15 de su vuelta) dinamitaba el sueño. Una sacada deficiente de bunker junto al green y tres putts tenían la culpa. «Hubo un momento en el que estuve convencido de que iba a pasar el corte. Iba feliz por el campo, pensando: esto es lo que yo quiero ser, a esto me quiero dedicar, pero luego he tirado ese putt con todas las ganas del mundo para intentar salvar el par y me he pasado mucho. Después del doble bogey ya iba a jugármela con el drive y me han caído otros dos bogeys», explicaba, para añadir: «hoy he sentido que podía estar aquí».
– Jorge Campillo (-3) y Pablo Larrazábal (-3) han pasado con cierta holgura el corte y sendas buenas vueltas de 69 golpes. Lo suyo parece bien claro, siempre y cuando se mantengan condiciones de juego parecidas: si consiguen firmar una vuelta en torno a los 67 golpes en la tercera jornada se dejarán todavía una opción de hacer algo muy bonito el domingo…
– Borja Virto (+9) y Nacho Elvira (+5) no consiguen pasar ese primer corte del año. No es una situación sencilla, puesto que la bola se va agrandando. Pero sería una locura hablar de urgencias a principios de febrero. Seguramente, ambos jugadores no perderían nada por probar a salir a jugar con la clarísima determinación de disfrutar en el campo, de gozar con el reto. Especialmente Elvira… Esto, lógicamente, se dice muy fácil y es mucho más complicado de hacer cuando sientes que no eres capaz de poner en juego tu mejor versión. Eduardo de la Riva (+3) sí ha mejorado hoy sensiblemente (vuelta de 72), pero el lastre del jueves resultaba excesivo.
– Miguel Ángel Jiménez (+4) tampoco ha podido llegar a afilar su juego y sus resultados. Se lleva dos tarjetas de 74 golpes muy insatisfactorias. Al malagueño no le ha salido nada en los greenes, para qué nos vamos a engañar, aunque tampoco ha conseguido dejarlas cerca con relativa asiduidad. Será interesante comprobar una vez más cómo sale de una situación engorrosa este jugador de leyenda.
