Mañana comienza el Magical Kenya Open, torneo del European Tour en el que tenemos la presencia de nueve jugadores españoles (Jorge Campillo, Adrián Otaegui, Álvaro Quirós, Gonzalo Fernández Castaño, Alejandro Cañizares, Sebas García Rodríguez, Carlos Pigem, Pep Anglés y Emilio Cuartero). Se disputa en el Karen Country Club, situado quince kilómetros al sudoeste de Nairobi y a más de 1.800 metros de altura sobre el nivel del mar, peculiaridad que por supuesto influye directamente en el juego, pues la bola vuela más y se hace más distancia, como es bien sabido, de tal modo que sus 6.329 metros de longitud, ya de por sí una medida más bien corta para los profesionales, se hacen todavía más cortos.
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Hay otra particularidad en este recorrido africano con más de ochenta años a sus espaldas y algunas remodelaciones, que los jugadores que ya lo han catado conocen a la perfección: el torneo, en cada vuelta, se gana verdaderamente entre los hoyos 6 y 12. En este tramo de siete hoyos se concentran los tres pares 5 del campo (hoyos 6, 11 y 12), además, de dos pares 4 cortos, uno de ellos, el hoyo 9, donde se suele tirar a green desde el tee.
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Las cifras son demoledoras al respecto. Hace dos años, en la primera edición de este torneo, en este tramo de siete hoyos se situaron seis de los siete más sencillos del recorrido. Por otro lado, del total de 1.583 birdies que se hicieron durante la semana, 1.036 se consiguieron en este tramo, dos tercios del total. Y además, en estos siete hoyos se hicieron 50 de los 53 eagles que se vieron en el torneo (94,33 por ciento del total). El italiano Guido Migliozzi cantaría entonces victoria con un acumulado de -16 y su resultado en este tramo fue de -12, ni más ni menos.
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