Se fue el viento. Se fue la lluvia. Y cayó el 65. No se le puede echar nada en cara a Francesco Molinari. Lo avisó el mismo jueves, después de hacer 70 golpes en unas condiciones de juego infernales…
“Esta vuelta equivale a un 65 con buen tiempo. Ha sido la mejor ronda de golf de la temporada”. Dicho y hecho. Salió el sol el domingo y el italiano realizó la mejor tarjeta del día y se llevó el Open de España. Molinari fue el mejor en las peores condiciones de juego y ha vuelto a ser el mejor con el ‘viento a favor’. Nada que objetar…
Hoy hemos vuelto a ver la versión ‘play station’ del menor de los Molinari. Ha cogido trece calles y diecisiete greenes. Demoledor. Además, se ha defendido con el putter, su gran caballo de batalla. Es algo sabido en el Circuito. Si Francesco patea más o menos bien prácticamente no hay quien le tosa. Ayer casi pierde el torneo tras hacer 37 putts. Hoy ha hecho 31 y ha conseguido el triunfo.
El golfista transalpino fabricó el triunfo entre los hoyos 9 y 14. Cuatro birdies en seis hoyos. Hachazo definitivo. Un hachazo físico y, sobre todo, psicológico, ya que Francesco venía por detrás y sus birdies se iban conociendo en la pizarra del green del 12. Sus rivales iban pasando y veían que se estaba disparando. Prácticamente nadie pudo evitar torcer el gesto. Molinari con ventaja es un jugador casi inabordable. Tiene unos de los swings más fiables del mundo. Nadar y guardar la ropa es su especialidad.
Francesco Molinari ha sido demasiado para una Armada que se ha comportado de una forma brava. Los españoles han dado la cara y han luchado hasta el final para moverle la silla al ganador. Lo decía Pablo Larrazábal y no se le puede poner ni una coma: “si Francesco tuviera que preparar un campo que favoreciera su manera de jugar sería éste”. Así es. Calles estrechas, mucho rough y greenes difíciles para patear.
La Armada lo intentó y colocó finalmente a tres jugadores entre los cinco primeros. El balance no es nada malo. Pablo Larrazábal, Alejandro Cañizares y Soren Kjeldsen (-5) terminaron empatados en la segunda posición, mientras que Jorge Campillo (-3) ha sido quinto igualado a Thorbjorn Olesen.
Estuvieron todo el día con opciones, pero parecía que la moto no iba a arrancar nunca. Larrazábal lo consiguió con un birdie en el hoyo 12 y aún se dejó opciones muy claras de birdie en el 14 (un putt de metro y medio que se escapó por muy poco) y en el 15 donde apenas le faltó media vuelta para embocar desde el búnker. Campillo arrancó con un eagle en el hoyo 13 y Cañizares con otro eagle en el 16. Fueron unos intentos magníficos, pero quizá llegaron algo tarde. Sea como fuere, pocos peros se pueden poner a los tres mosqueteros españoles. Realmente han sido los únicos que dieron la sensación de poder alcanzar a Molinari.
Kjeldsen se fajó bien, pero un bogey con tripateo en el 12 lo dejó fuera de juego. Dyson se fue diluyendo pese al tremendo comienzo con dos birdies consecutivos.
