No están las cosas sencillas en Celtic Manor, escenario del Cazoo Open, tal y como están demostrando los resultados de esta primera jornada. El viento, sin ser un huracán, ni mucho, menos, está haciendo daño, pues viene cruzado en muchos hoyos y no siempre es sencillo leer la intensidad y la dirección.
Por eso, la ronda de 69 golpes de Alfredo García Heredia (-2) es realmente valiosa. Un resultado el del asturiano que, en el momento de finalizar el turno matutino de juego, lo situaba muy arriba en la tabla, a un solo golpe del líder provisional, el alemán Kieffer (-3). Todavía más valioso es el registro del español si tenemos en cuenta que no ha sido un día especialmente inspirado para él desde el tee, al menos para lo que acostumbra.
El asturiano iba a poner en marcha la ronda con dos excelentes putt de birdie embocados en los hoyos 3 y 5 desde media distancia, aunque luego llegarían los problemas con tres bogeys casi consecutivos entre los hoyos 7 y 10. A continuación, Alfredo jugaba un hoyo 11, par 5, casi modélico para poner las tablas. Nuevo birdie en el 15, el famoso par 4 corto del ‘Twenty Ten’ y, acto seguido, en el 16, largo par 4, tenía lugar el ‘suceso’ de la jornada. Una de esas emboscadas que marcan el signo de la vuelta hacia un lado u otro, según salga uno bien o mal librado de ellas. Así nos lo relataba el propio jugador una vez finalizada la ronda. “En el hoyo 16 pegaba un golpe muy, muy malo desde el tee y me iba a la derecha, corto y a las hierbas altas; desde allí, sólo podía tratar de sacarla y ponerla en juego, pero me cruzaba la calle y me iba al rough otra vez… Menos mal que desde allí, es verdad, conseguía pegar un hierro muy bueno (todavía estaba a 180 metros de la bandera) y la dejaba a unos seis metros”…
Todavía, en ese punto, el español se encontraba con un putt con mucha caída y muy delicado, muy rápido, pero tiraba un putt formidable y lo metía. “Ese par en el 16 me ha sabido a gloria, la verdad. Son hoyos o momentos clave, porque de no haber salvado el par a lo mejor ni hago luego el birdie en el 18. Sin embargo, ese par ha sido como un punto de inflexión que llega al final de la vuelta y que me ha dado mucha confianza para terminar muy bien”.
También hay que valorar, por tanto, el resultado de 70 golpes de Jorge Campillo (-1), que de este modo anda ya bien situado de cara a las próximas jornadas. El extremeño, además, pasaba por el meridiano de la vuelta con un parcial de +2, pero reaccionaba con una espléndida serie de cuatro birdies entre los hoyos 10 y 15. Primero la embocaba desde la arena en el 10, después, en el 13, enchufaba un purazo de nueve metros, sólo un poco más largo que el que embocaba en el 15, desde unos siete metros.
La jornada, como decíamos, no ha sido nada sencilla. Oliver Bekker (+3), el jugador con mejor ranking mundial de la cita, puede dar buena fe de ello. También, por desgracia, los españoles Ángel Hidalgo (+5), Pedro Oriol (+7) y Carlos Pigem (+13), que se marchaba hasta tres veces al agua en el traicionero hoyo 14.
