Inicio Grandes Circuitos DP World Tour Hagan sitio, que Joel Moscatel viene ‘full equipe’
Una interesante charla para conocer mejor a uno de los grandes valores jóvenes del golf español

Hagan sitio, que Joel Moscatel viene ‘full equipe’

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Joel Moscatel
Joel Moscatel durante la primera jornada del Fortinet Australian PGA Championship I DP WORLD TOUR

«Aún tengo que asimilarlo. El jueves de Brisbane ni siquiera era consciente de que estaba jugando en el European Tour. No me di cuenta hasta que empezaron a llegar por la tarde todos los mensajes al móvil. Nunca había recibido tantos. Iba primero en un torneo del Tour… Han sido dos semanas alucinantes».

Joel Moscatel (Barcelona, 14-7-1998) atiende a Ten Golf desde su domicilio en Lleida mientras termina de desembarazarse del jet lag. «Es mucho más fácil a la vuelta que a la ida», confiesa. Está recién llegado de Australia, donde ha vivido las dos mejores semanas de su carrera deportiva, con dos resultados de peso: séptimo y trigésimo tercero en el segundo y tercer torneo de su vida en el DP World Tour. «Si de algo me he dado cuenta o he confirmado en el Australian PGA y el Open de Australia es que quiero que este sea mi sitio. No hay nada que desee más», afirma.

Se define como una persona nerviosa, aunque en la charla no lo transmite. Más bien al contrario. Mide bien sus palabras, es prudente y demuestra tener una cabeza muy bien amueblada y los pies bien firmes sobre la tierra. Aspira a jugar con los mejores y ganar torneos, pero sabe que todo eso, que es muy bonito, tiene un proceso y cada jugador tiene sus tiempos. «Obviamente, fue una pena quedarme a un golpe de la tarjeta del DP World Tour en la Final de la Escuela, me habría hecho mucha ilusión conseguirla, pero la realidad es que el Challenge Tour es el sitio donde yo quería estar. Si antes de empezar la primera fase de la Escuela me dicen que iba a tener la tarjeta completa del Challenge y que me iba a poder estructurar el calendario como yo quisiera, lo habría firmado».

Los dos torneos en Australia han sido como un bellísimo paréntesis en la apasionante temporada que Joel tiene por delante. «Han sido como una nube, como una falsa realidad. Como máximo voy a jugar cuatro o cinco torneos más del Circuito Europeo, así que tengo claro que mi Tour es el Challenge. No hay que perder el foco. Es la prioridad. Sólo jugaré en el Circuito Europeo si el torneo no afecta a mi preparación en el Challenge. Sé que va a ser una muy buena escuela y si sale un buen año ya llegará el Tour», explica.

Moscatel ha aprendido latín en los últimos dos meses. Ha sido un máster acelerado de golf. En este sentido, le da mucho crédito a los que lo han acompañado. «Venía jugando muy bien con todo lo que me está ayudando Larry (Alejandro Larraábal) y tanto en la Escuela como en Australia he aprendido muchísimo de Job Sugranyes, Alberto Calvo y David Morago, los tres caddies que me han acompañado y a los que estoy muy agradecido», apunta. Job estuvo con él en la primera fase de la Escuela, Alberto en la segunda y la Final y David en Australia. Mucho nivel. Son caddies nivel Tour, con bolsas a sus espaldas como las de Matteo Manassero, Guido Migliozzi o Adri Arnaus, entre otras. Las enseñanzas son casi infinitas.

«Me han ayudado mucho en el campo y fuera de él. He estado muy cómodo. En Las Pinaíllas (segunda fase de la Escuela), por ejemplo, yo andaba medio mareado con el viento y Alberto me fue diciendo todo lo que había que hacer. Me han transmitido paciencia. Yo soy un poco nervioso y tiendo a acelerarme, tanto en el juego corto como en el swing, y ellos me han transmitido tranquilidad, no correr… Me han ayudado también a conocer mis patrones, mis tendencias y a jugar con una agresividad controlada. Tiraban del carro. No es que yo juegue con miedo, pero sí quizá en algunos momentos te tira la prudencia y ellos me decían: «Joel, full equipe, tú le pegas muy fuerte y aquí vamos cono todo. Sin perder la cabeza, pero con todo. Hay que sacar partido de las armas que tienes», señala.

Y es que sí, Joel le pega muy fuerte. Va muy largo. Eso también lo ha confirmado en Australia. «Quizá iba ahí ahí con Min Woo Lee, no mucho más. Un día jugué con Lucas Herbert, que me encantó, es buenísimo, pero yo iba más largo», dice con una sonrisa. Los datos lo corroboran. Fue el más largo en el Open de Australia (324,27 yardas de media) y el segundo en strokes gained con el driver en el Australian PGA detrás de Min Woo Lee.

Un buen ejemplo de su enorme poderío fue el drive en el hoyo 18 del The Australian Golf Club el último día del Open de Australia. «Teníamos la brisa a favor y había que hacer 293 metros de vuelo para pasar un búnker. Le pegué muy bien, seca, esas que notas que ha sido buena, y la puse a 360 metros en calle. Pegué un wedge de 54 grados de segundo… en un par 5». Impresionante. De media, Moscatel hace 280 metros de vuelo, sin necesidad de apretar más de la cuenta, pegando normal.

A Joel nadie le va a quitar ya haber sido líder de un torneo del European Tour en su segunda participación, pero sabe que aún le queda margen de mejora. De Australia se ha traído algunas tareas. «En el PGA Australian me sentí muy cómodo a pesar de estar arriba desde el principio, eso me gustó mucho, pero sí admito que en la última ronda del Open de Australia, me afectó un poco la cantidad de público que había. Jamás había visto tanta. El campo rugía y realmente recordaba a Augusta. Me costó mantener el foco durante la ronda. Supongo que es cuestión de experiencia y vivir más situaciones así. Al mismo tiempo, me encantó jugar con tanta gente y la buena energía que transmite. Me gustó mucho Australia, su público y su manera de entender el deporte», asegura.

Otro de los deberes que se ha puesto tiene que ver más con el juego, concretamente dos parcelas: los wedges y el juego corto. «Creo que mi juego largo es bueno, pero tengo margen de mejora de 80-100 metros hacia abajo y alrededor de green. Por mis características, tengo mucho wedge en la mano de segundo y eso tienen que ser oportunidades de birdie. Hay veces que cojo rachas y puedo dejar muchas seguidas muy cerca, pero otras se me va y acaban a cinco, seis o siete metros. El objetivo es ser más consistente y tratar de dejarlas de media más cerca, a menos de tres metros. Además, esto ayuda a todo, no sólo a hacer más birdies, sino también, cuando fallas calle, a no intentar un golpe heroico para salvar el par. La sacas ahí a 80 metros con la confianza de que puedes hacer approach y putt», explica con una madurez sensacional, recordando al mejor Dustin Johnson.

Hay mucha gente a lo largo de los últimos años que le ha dicho a Joel esa frase que a buen seguro han escuchado muchísimos profesionales jóvenes: «el juego lo tienes». Pero claro, no es lo mismo escucharlo que comprobarlo. En Australia y la Escuela, este joven golfista de 25 años, nacido en un hospital de Barcelona, criado en Lleida y madurado golfísticamente en El Prat de Barcelona, lo ha podido ver con sus ojos. Ahora, el siguiente objetivo es cruzar los dedos para poder alargar un poco más el momento nube y jugar en Mauricio, el último torneo del año del European Tour. En estos momentos, es decimoquinto reserva y hay opciones reales. A seguir aprendiendo y creciendo.