Pablo Larrazábal (-5) y Jorge Campillo (-5) han firmado un comienzo sobresaliente en el BMW PGA Championship y se han metido arriba en la clasificación. Están metidos en el top 5 del torneo, a sólo tres golpes del líder Marcus Helligkilde (-8). Son las espoletas de una Armada que ha tenido un buen comienzo coral en tierras británicas. Jon Rahm (-1), sin estar mal, ni mucho menos, no ha encontrado en los greenes la ayuda necesaria para estar arriba con sus compatriotas.
Las historias de Larrazábal y Campillo son casi paralelas. Han empezado mal, han reaccionado pronto y de manera brillante y han pateado con muchísima solvencia. Pablo empezó con dos bogeys en los hoyos 2 y 3, pero a partir del 5 ha firmado un parcial de siete bajo par, sin añadir ninguna mancha más a su tarjeta. El golfista de Barcelona ha jugado un golf muy sólido y, sobre todo, ha pateado de maravilla, tanto para par, con dos muy buenos en el 14 y 15, como para birdie, especialmente el purazo de casi 15 metros que ha embocado en el 16. Estos tres hoyos han marcado la diferencia en su vuelta. Por el mismo precio podría haber sido un parcial de +2 y Larrazábal ha conseguido un extraordinario -1.
Campillo ha arrancado también con dos bogeys en los hoyos 1 y 3, a contracorriente. Tampoco es algo muy extraño, ya que los nueve primeros hoyos del West course de Wentworth son para resistir. Su reacción ha sido fabulosa. Ha conseguido el eagle en el hoyo 4, con un segundo tiro de fábula que ha dejado a un palmo de la bandera. Excepcional. Acto seguido ha hecho otro birdie en el 5 y ha rematado con cuatro más en los segundos nueve, 12, 14, 17 y 18. El extremeño ha ofrecido una magnífica selección de tirazos, aunque el putter también ha hecho su trabajo, especialmente con algunos putts delicados de par en los segundos nueve.
Precisamente, esa inspiración en los greenes es lo que ha echado en falta Jon Rahm en su puesta en escena en Wentworth. De tee a green ha estado sobresaliente. Sólo ha fallado de manera importante la salida del 11 y le ha caído el bogey tras fallar un putt de dos metros. Más allá, ha pegado muy bien desde el tee y ha estado sólido en los tiros a green. Quizá, lo único que puede achacarse es no haberla dejado más cerca en algunos hoyos, pero no estaba fácil la tarde en Wentworth, con los greenes bastante más duros que por la mañana.
Del mismo modo, alrededor de green podría haber estado algo más fino. Los dos bogeys han sido en los dos errores más importantes que ha cometido (3 y 11) y se le ha escapado el birdie en el 17 desde el borde de green. Por contra, ha firmado una gran recuperación desde la arena en el 14. En líneas generales, ha merecido mejor resultado, aunque sea una cantinela que recuerde a lo que ocurrió en los playoffs de la FedEx Cup. Pensando en la Ryder, su juego de tee a green puede dejarle muy tranquilo. Sea como fuere, octava ronda bajo par consecutiva de Jon en el Wentworth, aunque primera por encima de los 70 golpes.
En cuanto al resto de españoles, muy buen inicio de Adri Arnaus (-3), revolviéndose también con maestría de un doble bogey inicial en el 1, mientras que Santi Tarrio (PAR) marchaba al par a falta del hoyo 18 cuando el juego se ha detenido por falta de luz.
En clave Ryder Cup, excepcional arranque de Matthew Fitzpatrick (-6), segundo clasificado, notable Tyrrell Hatton (-4) y necesitan mejorar Justin Rose (PAR), Robert MacIntyre (PAR) y, sobre todo, Nicolai Höjgaard (+4), con demasiado problemas desde el tee, incluida una bola perdida en el hoyo 18.
Además, gran inicio de Adrian Meronk (-5), que no se cansa de reivindicarse tras quedarse fuera de la Ryder, así como Alexander Björk (-4) y Thomas Detry (-5), golfistas que atraviesan por un momento de forma muy inspirado.
