Jon Rahm (-17) ha dado el gran golpe en el Mutuactivos Open de España. Y no, no lo decimos por el eagle que ha embocado desde la calle en el hoyo 16, que también, sino por su sensacional tarjeta de 63 golpes, con un parcial de siete bajo par en los segundos nueve hoyos que lo ha dejado como líder destacado del torneo, con cinco golpes de ventaja sobre Samuel del Val (-12) y Rafa Cabrera Bello (-12).
Jon ha firmado un nuevo sábado ‘destroyer’. Huele la sangre y se desata. Ni siquiera él sabe encontrar una explicación porque seguramente no la hay. Al menos, no de manera consciente. Se trata de una actitud, el gen ganador que corre por sus venas y que cuando llega el momento de la verdad aflora sin remisión.
VÍDEO: Jon Rahm provoca un terremoto en el Club de Campo en el hoyo 16
Los sábados, el día del movimiento, Jon se rebela. Es cuando hay que colocarse para asaltar el liderato y a él le sale de manera natural. Hoy no es una excepción, es lo habitual. Aprieta el acelerador como si no hubiera mañana. Ha jugado 20 rondas en sábado en 2019 y su media de golpes este día es un espectacular 68,3. De locos. De las veinte tarjetas, catorce han sido por debajo de 70 golpes y la más alta fue un 73, curiosamente hace una semana en el Alfred Dunhill Links Championship. Además, tiene este 63, dos 64 y cinco rondas de 66 o mejor.
La exhibición magistral de Rahm arrancó en el hoyo 10 con un birdie tras embocar un gran putt de seis metros. A partir de ahí jugó a los dardos. Todos los birdies en el 12, 13, 14 y 15 fueron desde menos de tres metros y ya sabemos lo que ocurrió en el 16. “Simplemente decidí ser más agresivo a partir del 10, tirar a todas las banderas. Hacía un birdie y quería hacer otros en el siguiente”, explica. Como si fuera fácil. Fuegos artificiales y el Club de Campo boca abajo.
“Simplemente decidí ser más agresivo a partir del 10, tirar a todas las banderas. Hacía un birdie y quería hacer otros en el siguiente”
Rahm estiraba la cuerda, lanzaba un órdago al torneo y dejaba casi sin respuesta al resto. Rafa Cabrera Bello (-12), Samuel del Val (-12) y Adri Arnaus (-10) lo intentaban, pero el juego no fluía como en el caso de Jon. Rafa no terminaba de estar preciso con los hierros, Del Val ha sacado un dos bajo par antológico metido prácticamente todo el día entre árboles y Arnaus se ha quedado atascado.
Sergio, ni del derecho ni del revés
Rahm se enfrentará mañana a una nueva situación en su carrera. Jamás ha salido líder un domingo con tanta ventaja. Hay que lidiar con esto. No siempre es fácil. ¿Se ataca o se defiende? Jon lo tiene claro: “No voy a ir en plan segurola… Simplemente voy a intentar hacer los mejores 18 hoyos que pueda”, asegura. Veremos cómo lo gestiona.
Jon se ‘hace un Adri’ en mitad de la calle del 14
Lo que sí tiene ya prácticamente asegurado es el liderato en la Race to Dubai cuando acabe el torneo. Necesitaba acabar entre los cinco primeros para superar a Shane Lowry y ahora mismo siete golpes de margen con esa posición, una ventaja que se antoja más que cómoda.
Jon se vuelve a vestir un sábado de SuperRahm.
Buenas noches:
Pido disculpas porque mi comentario no corresponde exactamente con la noticia, pero quería expresar mi queja con respecto a las condiciones de acceso al recinto establecidas por el patrocinador.
Entiendo perfectamente que los eventos deportivos no son gratis e incluso el precio para algunos excesivo del parking. Pero no tiene justificación alguna el registro de bolsas y mochilas para prohibir el acceso de bocadillos, botellas de más de medio litro y cantimploras. Numerosos aficionados que desconocían tan absurdas normas han optado por no entrar pese a tener entrada, supongo que quienes han venido en autobús sólo tenían esa opción o tirar la cantimplora y comida. Muchos otros han tirado bocadillos, era triste ver tal desperdicio de comida. Además, cuando incluso grandes eventos como el Open incentivan a traer recipientes rellenables para el agua no plásticos, qué imagen da el golf en España fomentando el uso desaforado de botellas de plástico para mayor gloria de cierto patrocinador. Y qué imagen damos a muchos nuevos aficionados que han visto cortado su intento de experiencia golfística en la misma puerta.
Llama la atención que incluso en eventos en recintos más cerrados, como el fútbol, los toros o el baloncesto, se pueda introducir comida y no así en un torneo de golf, que obviamente implica más esfuerzo para el aficionado y mayor duración, simplemente para gloria de otro patrocinador. Sin olvidar que puede haber quienes, por diversos motivos, necesitan algún tipo de alimento no disponible en los kioscos del campo…
Por supuesto, el descontento de los aficionados lo han pagado los vigilantes de seguridad que simplemente cumplían órdenes. De verdad le merece la pena todo esto al patrocinador? En mi caso, desde luego, dudo mucho que contrate alguna vez cierta empresa de seguros y me plantearé volver el año que viene.
Como defensores del sentido común en tantas cosas que rodean al golf, me gustaría que le dieseis relevancia a estos hechos para dar una mejor imagen en futuras ediciones.
Enhorabuena por la web y un saludo