Pablo Larrazábal ha sobrepasado en esta gira del desierto, con un 25º puesto en Abu Dhabi y un 35º en Dubai, la mítica barrera de los diez millones de euros en ganancias. No se trata de recrearse en el vil parné, como bien puede suponerse, sólo ocurre que en el golf profesional éste ha sido tradicionalmente un baremo más que mide la excelencia de cada jugador.
El barcelonés es muy sincero: si le hubieran dicho al inicio de su carrera profesional que llegaría a esos diez millones seguramente no lo hubiera creído. Pero ahí está, en el puesto 54º de la lista histórica de ganancias del circuito europeo, con sus cinco victorias en la mochila y con cuerda suficiente para seguir dando guerra y ganando posiciones. Acaba de iniciar su decimoquinta temporada consecutiva en el DP World Tour y, entre otras cosas, con los puntos y euros sumados en estos dos torneos, ya ha cumplido con más de una cuarta parte de la cantidad que seguramente hará falta al final del ejercicio para mantener los derechos de juego…
Hemos mantenido con Pablo una charla al respecto, repasando parte de su pasado y también mirando al futuro. Sea como sea y se hable de lo que se hable, vengan bien o mal dadas, él nunca pierde el punto de vista lúdico y disfrutón de la vida. Puede que este sea el principal secreto de su éxito.
