Inicio Grandes Circuitos DP World Tour Larrazábal no tiene tiempo de aburrirse en el campo
Pablo sigue líder del Commercial Bank Qatar Masters tras la segunda jornada

Larrazábal no tiene tiempo de aburrirse en el campo

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Pablo Larrazábal durante la segunda jornada en el Doha Golf Club. © Golffile | Thos Caffrey
Pablo Larrazábal durante la segunda jornada en el Doha Golf Club. © Golffile | Thos Caffrey

Pablo Larrazábal (-9) se mantiene como líder en solitario del Qatar Masters después de firmar una tarjeta de 71 golpes, con un golpe de ventaja sobre Adrian Meronk, Wilco Nienaber y Chase Hanna. El 71 del español, por cierto, que le ha valido para meterse en el partido estelar del sábado, no ha sido un 71 cualquiera…

Las cosas de Larrazábal: arrancaba con dos bogeys tempraneros y cerraba los primeros nueve del Doha Golf Club con otro bogey en el 8 y un doble bogey en el 9, para un total de 40 golpes en el meridiano de la vuelta. Un drive muy defectuoso en el hoyo 1 lo había dejado muy tocado y le iba a costar lo suyo salir de tal estado. Ni siquiera un birdie en el hoyo 4 le iba a meter en vereda…

Pero si algo aporta el hecho de haber ganado recientemente y de estar jugando muy bien en líneas generales es templanza. Sabía el barcelonés que los segundos nueve, tal y como estaba soplando el viento, eran algo más sencillos y desde luego todavía confiaba en regresar a la parte más alta de la tabla. Dicho y hecho, en el hoyo 10, par 5, pegaba una madera fantástica desde la calle y luego convertía el eagle, enchufando un putt desde unos cuatro metros. Un nuevo birdie en el 11 (purito de seis metros) lo ponía de nuevo en ruta hacía el liderato y, acto seguido, se agarraba con velcro al campo e iba salvando pares con una exhibición de putts cortos (alguno no era tan corto…) impecable. Después, cerraba la vuelta con un birdie más de manual en el 16, el famoso par 4 corto de este campo, donde pateaba para eagle, y otro más en el 18.

Un mal arranque, un final tenebroso de los primeros nueve, una resurrección al galope y sin previo aviso, una demostración de pulso en los greenes para salvar pares muy valiosos y un remate de vuelta brioso y eléctrico (en el 17 a punto estaba también de hacer el birdie)… Larrazábal no suele encontrar tiempo para aburrirse (ni aburrirnos) durante una ronda de golf. Ese es su sello.

Al finalizar la ronda Pablo estaba más que satisfecho, casi exultante, sobre todo por el buen trabajo mental que había realizado junto a su caddie, Raúl Quirós, cuando el asunto se estaba poniendo realmente feo. Tal actitud va a hacer falta durante el fin de semana, y no sólo al español, sino a todo al que aspire a terminar de la mejor manera el domingo, pues el parte siguen anunciado jornadas muy ventosas, de tal modo que tampoco sería nada extraño que el resultado ganador no se fuera muy lejos de donde está ahora mismo. A partir de este punto, las grandes debacles están garantizadas, y también alguna notable remontada de aquellos que sepan bailar mejor con el viento.

Adrián Otaegui (-4) y Carlos Pigem (-3), por ejemplo, aparecen dentro del radar que nos muestra a los candidatos a la victoria. El vasco apuntaba por momentos a posiciones mucho más avanzadas, pero finalizaba una buena ronda de golf con dos bogeys. Y el catalán firmaba una excelente tarjeta de 67 golpes saliendo bien pronto a jugar. Jorge Campillo (PAR) y Nacho Elvira (PAR) también estarán presentes el fin de semana y con la misión de pescar en el río revuelto del vendaval…

Resultados en directo del Commercial Bank Qatar Masters