Pablo Larrazábal es otro de los jugadores que se ha apuntado para jugar el primero de los ocho torneos programados por LIV Golf. El golfista español se ha inscrito esta misma semana y en las próximas horas tiene previsto pedir el permiso oficial al DP Wolrd Tour. Aún no lo ha hecho, pero lo va a hacer.
Ese primer torneo de LIV Golf, la plataforma saudí que tiene a Greg Norman como gran embajador, se disputará como saben en Londres, en el Centurion Golf, del 9 al 11 de junio. Es la semana antes del US Open y coincide en el tiempo con el Volvo Car Scandinavian Mixed. Al haber torneo del circuito europeo esa misma semana, los jugadores están obligados a pedir lo que se conoce como un ‘release’, es decir, una autorización para poder jugar en otro torneo que no pertenece a su circuito.
Larrazábal tiene la intención de jugarlo, de lo contrario, como es lógico, no se habría apuntado, pero la decisión final no está tomada. Cada movimiento en las próximas horas va a ser muy importante. Es una situación similar a la de Sergio García. Lo que hace es dejarse la puerta abierta para jugar, pero no hay que descartar que finalmente se eche hacia atrás. Hay que recordar que, además, Pablo está patrocinado por Golf Saudi.
Va a depender naturalmente de la reacción del DP World Tour. Primero hay que ver si el circuito europeo niega el permiso y después qué sanción estaría dispuesto a poner a los jugadores que sin la autorización jueguen el torneo de Londres. De momento, pisamos terrenos inexplorados.
El DP World Tour está ahora mismo a la expectativa. Según la normativa del circuito europeo, sus plazos para responder a los jugadores con un sí o un no a su petición de liberación para jugar otro torneo son distintos a los del PGA Tour. Concretamente, tienen un margen mayor. De este modo, lo probable es que el DP World Tour aguarde paciente a la respuesta del PGA Tour a los jugadores y después actúe de la misma manera. El circuito americano tiene hasta el 10 de mayo para confirmar o negar la autorización para jugar en Londres.
Después, en el caso de que la respuesta sea negativa, es probable que la sanción tarde mucho más en conocerse. Sí, la amenaza existirá, pero el castigo no se puede imponer hasta que el jugador de turno no juegue el torneo. Es decir, la sanción, si se produce, no se sabrá y, sobre todo, no será efectiva hasta después de ese 9 de junio.
Así las cosas, ya son dos los españoles que han confirmado su inscripción para jugar el primer torneo de LIV Golf. Hay más interesados y que han preguntado, pero de momento no han salido a la palestra sus nombres. No hay que olvidar, además, que los torneos de LIV Golf los van a jugar sólo 48 jugadores, por lo que una cosa es apuntarse y otra cosa acabar entrando. Algunos como Sergio García tienen claro que sí lo van a jugar si ellos quieren, pero otros con un ranking mundial más bajo tendrán que esperar a ese primer filtro que realice los dirigentes de LIV Golf.