Ryan Fox (-19) ha puesto tierra de por medio en el Ras al Khaimah Classic a falta de 18 hoyos. El cañonero de Nueva Zelanda han entregado una sensacional tarjeta de 65 golpes y manda con autoridad en el Al Hamra Golf Club. Tiene seis golpes de ventaja sobre cuatro jugadores que comparten la segunda plaza y entre los que están Adri Arnaus (-13) y Pablo Larrazábal (-13).
La estrategia de Fox no tiene mucho misterio. Zurrriagazo y tentetieso. Mismo plan con el que ganó hace una semana Nicolai Hojgaard. Sólo este sábado el golfista oceánico, hijo de una leyenda de los All Blacks, ha pegado siete drives por encima de los 300 metros. Ha sido en los hoyos 1, 6, 8, 13, 14, 16 y 17. De todos ellos, nada menos que cinco han viajado por encima de las 340 yardas y el balance ha sido de cinco birdies y dos pares.
Fox le está sacando partido a su pegada, hasta el punto de que no es descabellado decir que marcha con -19 fácil. No está haciendo nada extraordinario, no está metiendo putts desde su casa o alguna de fuera, embocando desde el búnker o un chip extraterrestre… Para nada.
Es más, incluso la ha mandado al agua de salida en el hoyo 12 y ha sacado un gran bogey. Pegada, orden y buen tino con el putt. Así se ha cocinado un liderato que le abre de par en par las puertas de su segunda victoria en el DP World Tour.
Este domingo en Ras al Khaimah toca jugar a la caza del ‘Zorro’, traducción al español de Fox. Para ello han ‘quedado’ dos españoles: Adri Arnaus y Pablo Larrazábal. Los dos jugarán juntos este domingo y partirán desde una posición privilegiada. La desventaja es notable, por lo que a buen seguro van a necesitar algo especial.
A su favor cuenta que nunca es fácil manejarse con ventajas tan grandes en un liderato, que Fox no es un consumado ganador de torneos y que se espera más viento en la jornada dominical, con rachas que podrían moverse cuando se esté decidiendo el torneo en los 25 kilómetros por hora.
Segunda semana consecutiva peleando por la victoria para Adri Arnaus
Arnaus ha firmado hoy una gran remontada con una tarjeta de 66 golpes. Por segunda semana consecutiva saldrá el domingo metido en la pelea por la victoria. Mucho mérito. Hoy empezó como una moto con dos birdies y un eagle en tres hoyos (firmamos eso el domingo), después se frenó con dos bogeys y solventó como pudo la parte más complicada del campo, del 9 al 12. De nuevo, volvió a terminar disparado, con cuatro birdies entre el 12 y el 16. Adri lo tiene claro para mañana: concentración, plan y apretar lo que se pueda por si el líder se tambalea.
Exhibición de juego corto de Pablo Larrazábal
Larrazábal, por su parte, ha sacado un 68, uno más, el sexto en sus últimas siete vueltas, de un valor estratosférico. Le ha costado encontrar la calle desde el tee y ha estado innumerables veces fuera de posición en los greenes. Eso sí, la garra no la negocia y su juego corto es una bendición. Incluso desde situaciones incómodas ha merecido algún birdie más, especialmente en los hoyos 13, 14 y 16. Tres approachs mágicos (dos desde el rough y uno desde la arena) que han merecido algo más.
El premio a la lucha lo recibía en los dos últimos hoyos, embocando dos putts muy importantes de unos seis y cinco metros, el segundo desde el antegreen. El primero en el 17 ha sido una lectura perfecta de Raúl Quirós, su caddie, y una ejecución no menos brillante de Pablo. Buen equipo.
Larrazábal y Arnaus, los dos que salieron en los últimos partidos en Saudi hace una semana, lo vuelven a hacer en Ras al Khaimah para tratar de poner un broche de oro a una intensa gira del desierto que se encuentra ya en la cuarta semana. Además de Pablo y Adri están arriba jugadores que lo vienen haciendo muy bien en las últimas semanas como Adrian Meronk (-13), Scott Jamieson (-13) o Robert MacIntyre (-12).
Mal día para los otros dos españoles que pasaron el corte. Jorge Campillo (-5) ha firmado una tarjeta de 71 golpes y Adrián Otaegui (-5) ha hecho 74 y ha sido el único jugador hoy que no ha hecho ningún birdie.
