El DLF Golf de Nueva Delhi nunca deja indiferente. Da mucho juego. Tanto, que puede ocurrir que uno de los líderes del Hero Indian Open, una vez finalizada la primera jornada, firme una ronda de 67 golpes y lleve en su tarjeta un doble bogey y un bogey, bien contrarrestados con seis birdies y un eagle, como ha sido el caso de Stephen Gallacher (-5). O que el otro líder, Julian Suri (-5), saliera tentándose la ropa de un par de hoyos por sus segundos nueve, milagrosamente beneficiado por dos rebotes, cuando ya has fallado el tiro y estás por completo en manos del azar (le ocurría en los hoyos 11 y 13 y salía de allí con bogey y par, cuando bien podía haberlo hecho con tres, cuatro o cinco sobre par…).
Ocurren cosas tan peculiares como que Robert Karlsson (-4) acabe con sólo seis pares en la ronda, sume hasta cinco bogeys y finalice la vuelta por el hoyo 9 con dos eagles y un birdie en los últimos cuatro hoyos. O que otro sueco, Sebastian Soderberg (+4), haga un solo par en sus diez primeros hoyos y vaya con un parcial de +4 en este tramo después de haber firmado cuatro birdies…
Larrazábal canta bingo desde 88 metros
Y hasta puede darse también que Pablo Larrazábal (-4), bien situado y a un solo golpe de la cabeza, firme uno de los mejores resultados y tenga la sensación de no haber puesto sobre el campo su mejor golf, con errores repartidos aquí y allá, aunque sí la de haber exprimido bien los buenos golpes, salvando además con maestría alguna situación límite. Y para buenos golpes, qué duda cabe, los dos que pegaba en el hoyo 13 (había salido a jugar por el 10), donde se apuntaba un eagle enchufándola desde la calle. Primero, una excelente madera 5 que dejaba la bola a 88 metros de la bandera. Luego, el barcelonés planeaba un vuelo de unos 90 metros con retroceso y eso es exactamente lo que hizo la bola, noble y obediente, con la buena suerte además de haber encontrado la cazoleta.
Algunos datos acerca del ‘martirio indio’
Larrazábal ya redondeó aquí una gran actuación hace doce meses y espera repetir. Este año, además, aunque también abundarán los dobles bogeys, serán algunos menos, ya que hay muchas zonas que han sido señaladas con barras rojas, por lo que la imagen del jugador regresando al tee o las bolas provisionales serán menos habituales. Se dropa, se pierde un golpe y hay más opciones de salvar un buen bogey y hasta de sacar pares en situaciones muy delicadas. Hoy se han registrado 106 dobles bogeys o peor resultado en un hoyo, mientras que en la primera vuelta del año pasado se llegó hasta 154. La diferencia es considerable, lo que no significa que el DLF Golf se haya transformado en un corderito. Sigue pegando dentelladas y rompiendo corazones.
Pablo capitanea una notable actuación conjunta de la Armada española. Tan solo Álvaro Quirós (+12) se ha quedado fuera de juego. La vuelta de Jorge Campillo (-2), sin embargo, ha sido mucho más ordenada de lo que suele ser habitual por estos pagos, con cuatro birdies y dos bogeys. Buen arranque del extremeño, por tanto, pues ya ha quedado dicho que las vueltas bajo par, con estacas rojas o sin ellas, son un excelente botín esta semana.
Hero Indian Open: horarios y dónde ver en directo por televisión
Lo mismo puede decirse del 70 de Adrián Otaegui (-2), que asumía el doble bogey que le caía en el hoyo 9 con naturalidad y paciencia, dos virtudes imprescindibles esta semana. Hasta el 72 de Nacho Elvira (PAR) debe valorarse de modo positivo. El cántabro ha cometido más errores de la cuenta en el tramo final de la ronda, pero mantiene la buena línea y al fin y al cabo sólo está a cinco golpes de la cabeza.