– El sudafricano Jaco Van Zyl (-7) anduvo más cerca que nunca en 2015 de conseguir su primera victoria en el circuito europeo y no parece dispuesto a dejar pasar la inercia, a pesar del parón navideño. De momento ya es el líder del Abierto de su país después de la primera jornada, aunque un puñado de jugadores se quedaron sin terminar la vuelta por riesgo de tormenta eléctrica.
– Fue el caso de Pablo Martín, que marcha -1 a falta de tres hoyos, y de Adrián Otaegui, que igualmente se encuentra uno bajo par a falta de solo un hoyo. Ellos dos son ahora mismo los mejores españoles en la clasificación, aunque todavía deben rematar la ronda a partir de las 6,30 horas locales del viernes. En todo caso, las sensaciones generales que ambos han transmitido son notables, puesto que han jugado en el turno vespertino, el más complicado por culpa del viento. Hay que destacar la remontada de Martín, puesto que su primer hoyo de competición del año 2016, el 10 del Glendower Golf Club, se saldaba con un inoportuno doble bogey, tras enviar la bola a una zona muy embarrada. En el momento de la suspensión se encontraba en el green del hoyo 7 (su hoyo 16) y tiene que solventar un putt de metro y medio para salvar el par. Inmediatamente afrontará el hoyo 8, un par 5 que se ha jugado como el segundo hoyo más sencillo del recorrido.
– Jorge Campillo (PAR) sí consiguió terminar su vuelta, igual que Nacho Elvira (+1) y Borja Virto (+4), pues salieron en el turno matutino. El extremeño ha tenido que lidiar con algunos problemas desde el tee, donde no se ha encontrado cómodo en ningún momento, aunque equilibraba bien la balanza con mucho acierto alrededor del green. Elvira, por su parte, ha mantenido la paciencia hasta el final para terminar con dos birdies consecutivos que pueden ser muy valiosos.
– Branden Grace (-3), el máximo favorito, se ha colocado ya convenientemente en la zona de privilegio de la tabla, igual que un ilustre casi legendario como es Retief Goosen (-4). Todo lo contrario que el defensor del título, Andy Sullivan (+3), demasiado irregular en su juego.
