No han tardado Patrick Reed y Rory McIlroy en verse de nuevo las caras después del incidente del tee del pasado lunes en la cancha de prácticas del Emirates Golf Club. Esta vez el encuentro ha sido absolutamente fortuito y bastante más amistoso. Ha sucedido este jueves por la mañana en la puerta del hotel oficial de Dubai donde están alojados los dos golfistas para disputar el Hero Desert Classic.
La secuencia de los hechos ha sido la siguiente. Reed se ha despertado a las cinco de la mañana para ponerse en marcha con el objetivo de jugar la primera vuelta del torneo. A las seis ha bajado a la puerta del hotel para subirse a un coche de cortesía con el objetivo de desplazarse al Emirates. No había coches de cortesía. El asunto le pareció raro.
A los pocos segundos apareció uno de los coches, pero iba cargado. No iba al campo, sino que regresaba. Del coche se bajó, qué cosas, Rory McIlroy. Fue el norirlandés quien se dirigió al norteamericano. «Oye, sólo para que sepas que no estamos jugando porque se ha suspendido el inicio del juego. Y añadió: estamos fuera del campo de golf», ha contado Reed a varios periodistas este jueves al regresar a la casa club tras la suspensión de la primera jornada del torneo por falta de luz.
Reed no sabía que el juego se había suspendido porque no tiene la nueva app del European Tour y, por tanto, no le llegan los mensajes actualizando la información. El campeón del Masters en 2018 no dudó en tirar de ironía tras este breve intercambio con Rory. «No tengo claro si se dirigía a mí, a mi entrenador o a mi caddie, pero en cualquier caso le di las gracias y me volví a la cama. Da igual, lo considero una pequeña victoria», ha explicado.
Respecto al incidente del lunes, Reed ha optado por quitarle hierro. «Honestamente, lo que ha sucedido esta semana no ha sido nada. A los 30 segundos ya lo había olvidado, aunque parece que se ha convertido en el ‘tee-gate’ con asesinatos y ataques por ambas partes. Es irrisorio cómo se ha exagerado un pequeño incidente», ha apuntado. Por cierto, según ha contado el propio Reed, el tee que le tiró a Rory es de su equipo de LIV Golf, el 4Aces… Guasa.
Sea como fuere, Reed, con su vuelta de cuatro menos después de 16 hoyos, segundo puesto provisional en Dubai, ha vuelto a demostrar que cuanto más adversa es la situación más se crece en el campo. Parece que el ruido exterior no sólo no le molesta, sino que le sirve de acicate. Él lo argumenta de la siguiente manera: «Cuando juegas a este nivel, no importa si es el PGA Tour, European Tour o LIV Golf, tienes que aprender a manejar los días como vienen. A veces puede haber mucho drama y otro son simplemente normales. Por eso nos dedicamos a esto», ha puntualizado.
