Todos los caminos de Adrian Meronk (-13) lo llevan (de vuelta) a Roma. Es el mayor deseo del polaco, volver a la Ciudad Eterna para un magno acontecimiento: la Ryder Cup entre el 29 de septiembre y el 1 de octubre. El jugador nacido en Hamburgo lanzó el guante esta semana a Luke Donald, capitán del equipo europeo, para que cuente con él entre la media docena de elecciones que designará a dedo para conformar la docena de golfistas que se medirán a Estados Unidos en el Marco Simone GC.
Nerves of steel.@AdrianMeronk secures his second win of the season 🏆
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En este campo, a menos de cinco meses de la Ryder, se alzó con la corona de ganador el bueno de Meronk, que hizo buenos los pronósticos que lo situaban como favorito al llegar como el mejor clasificado del ranking mundial de todos los contendientes y se adjudicó su tercera victoria en el DP World Tour en menos de un año: Open de Irlanda en julio de 2022, ISPS Handa Australian Open el pasado diciembre y el Open de Italia, donde fue segundo en 2021, este domingo. Nada le haría más ilusión al polaco, dicho por él al coronarse con el triunfo, que competir en la Ryder después de hacer ya historia al jugar el pasado Masters: «Ha sido un puñetazo encima de la mesa, pero queda aún mucho tiempo y muchos torneos. Me encantaría estar aquí otra vez en septiembre, es uno de mis grandes objetivos de la temporada y seguiré empujando para estar en el equipo; obviamente, este triunfo ha ayudado», confesó Meronk, que escala a la cuarta plaza de la Race to Dubai (tiene a tiro a Victor Perez) y a la 41ª de la lista mundial, antes de recibir el trofeo.
Hubo de lidiar Meronk con sus palos largos, pues no anduvo tan fino como otros días desde el tee y en los tiros a green, pero demostró unas manos mágicas con las recuperaciones y con un sensacional putt desde el collarín salvó el par en el 17 que le valió medio torneo, aunque tuvo que embocar desde dos metros en el 18 para asegurarlo porque el peleón Romain Langasque (-12) no se dio por vencido nunca. El francés embocó un chip enorme para birdie en el 17 y logró otro muy sobresaliente en el 18.
Wow 😲@Lancaisse produces this on 17 when it matters most.#DS80OpendItalia pic.twitter.com/CzEJnvAM73
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La lucha con la tropa gala tuvo en Langasque como principal combatiente, aunque Julien Guerrier (-10) siempre fue a rueda, haciendo la goma y dispuso de ocasiones hasta última hora. Pero Meronk se puso firme y jugó por cuarta vez bajo par (69) en un recorrido que se las trae como uno no esté en el pasto verde de la calle. El polaco y Langasque, de la mano, intercalaron aciertos y errores para darle emoción a las últimas banderas. Cualquier pudo llevarse el gato al agua, aunque finalmente la suerte cayó del lado de Meronk, deseoso, en presencia de su padre, de que Luke Donald le dé la oportunidad de defender los colores de la Vieja Europa en la Vieja Roma.
El Marco Simone, como decíamos, enseña las garras con un rough que penaliza muchísimo. Sólo 21 golfistas de los 72 que superaron el corte ganaron al campo en la ronda final. Si el sábado la Armada perdió todas las aspiraciones de victoria, este domingo se fueron por el sumidero las opciones de otro galo, Matthieu Pavon (PAR), que terminó con +8, de Marcel Siem (-1) con +7 final, de Tapio Pulkkanen (-4 y +4 de parcial), de Yannik Paul (-2 y +4 dominical)… Pero sí deslumbró el vencedor en 2021 y candidato a las futuras Ryder Cup junto a su hermano Rasmus: Nicolai Hojgaard (-7) escaló casi 30 puestos para terminar quinto gracias a su parcial de -6.
También compitió como una jabato y se llevó otro top ten a casa, el quinto consecutivo, Jorge Campillo (-6). El extremeño cerró el sábado y el domingo con dos vueltas de 70, insuficientes para pelear por la victoria, pero demostró que su solidez es a prueba de bombas. Acabó octavo en solitario y mantendrá la séptima plaza en la Race to Dubai. Alternó bogeys y birdies (cuatro y cuatro) hasta el 17 para sellar el campeonato con un birdie desde su casa de Cáceres, con una distancia de 23 metros. Menudo colofón a su extraordinario 2023. «El año pasado metí uno con la misma línea y cuando quedaban tres o cuatro metros me acordé de que ese putt me abrió al llegar al hoyo y casi lo fallé por la derecha; éste iba justo por el borde izquierdo, ha empezado a caer y ha entrado por el centro en la última vuelta», dijo Campillo a Ten Golf.
Santi Tarrio (-4) luchó hasta el final y obtuvo como recompensa un menos uno final y una gran decimosexta plaza en un exigente campo. Adrián Otaegui (+1) y Rafa Cabrera Bello (+1), cuadragésimos, se van con el sinsabor del mal fin de semana. Alejandro del Rey (+2) y Ángel Hidalgo (+6) también jugaron sobre par en la última ronda.
