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Malagueños y separados por 35 años, Jiménez e Hidalgo jugaron juntos este martes

Esté donde esté la bandera, tú apunta a la puerta…

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Miguel Ángel Jiménez
Miguel Ángel Jiménez, en el tee del hoyo 8 del Majlis Course Dubai. (© Golffile | Mateo Villalba)

Conexión malagueña en el Majlis Course de Dubai. De un lado, Miguel Ángel Jiménez, 59 años, jugará este torneo por vigésimo novena vez. Del otro, Ángel Hidalgo, 24 años, se estrena este año. Uno es de Churriana y el otro de Marbella. «Es bonito ver a las nuevas generaciones viniendo y que yo siga estando aquí. Mucho más cuando es uno de la zona, de la Costa del Sol, Costa del Golf como decimos», asegura Jiménez.

Miguel, a quien se le ve aún más fino, más delgado, físicamente a tope, jugó por primera vez este torneo y este campo en 1990. Los padres de Hidalgo apenas se habían empezado a hablar un par de años antes. Montse, su madre, tenía 14 años cuando conoció a Ángel. Por supuesto, no había todavía planes de boda y muchísimo menos planes de tener hijos.

Cuando Angelito, así le siguen llamando en su entorno más cercano, nació, un 28 de abril de 1998, Jiménez tenía ya dos victorias profesionales y estaba a doce días de conquistar la tercera, el Tourespaña Masters Open de Baleares. Así las cosas, cuando dos generaciones de este tipo se encuentran y juegan juntos una ronda de prácticas en un torneo del DP World Tour, la historia es magnífica.

«Cuando Miguel dijo que se había apuntado para jugar conmigo (llegó más tarde a Dubai tras un largo viaje desde Hawái, donde disputó el primero torneo del año del PGA Tour Champions) me encantó, creo que ha estado aquí alguna que otra vez, seguro que alguna posición de bandera se conoce, así que he intentado aprender todo lo que he podido. Ha sido un gusto, la verdad», cuenta el más joven de los malagueños.

Hidalgo ha sido una esponja durante los nueve hoyos que han jugado este martes, del 1 al 9. «Se lo sabe todo y hay que escucharlo. En el hoyo 9, por ejemplo, me ha dicho que me olvide de la bandera todos los días, da igual donde esté, tú siempre apunta a la puerta, me ha dicho». La puerta es el acceso construido en la grada por donde los jugadores salen del green del 9 camino del 10 o a firmar su tarjeta si es el final de su vuelta.

Otra de las claves confesadas por Miguel Ángel es el pelo de los greenes. Es muy duro e influye mucho. Hay que tenerlo en cuenta a la hora de patear. Son pequeños detalles, consejos, la experiencia que habla y ayuda. Es el lujo de poder coincidir con Jiménez en una ronda de prácticas de un torneo que ha ganado y ha terminado siete veces en el top 10. En sus cinco últimas apariciones ha pasado el corte tres veces.

Miguel viene al Tour a disfrutar, pero sin perder un ápice de su espíritu competitivo. Pablo Larrazábal le planta el desafío en la cancha de prácticas. «Tienes 59 años, así que en breve estás haciendo menos golpes que tu edad», asegura. A lo que replica Jiménez: «bueno, creo que aún quedan unos cuantos años para eso».

Todo se andará, Miguel, todo se andará.

La conexión entre Miguel Ángel y Ángel viene de lejos. No habían jugado juntos nunca una ronda como la de este martes, pero se conocen de siempre, de la zona. De hecho, Angelito es íntimo amigo de Víctor, el hijo pequeño de Miguel Ángel. «Seguro que él ni lo sabe, pero me he quedado un montón de veces a dormir en su casa», afirma riéndose. Es la conexión malagueña de Dubai.