El tramo más complicado del Majlis course, en el Emirates Golf Club de Dubai, es el que va del hoyo 4 al 9. Esta aseveración pondría de acuerdo cada año a todos los profesionales, casi sin excepción. Pues bien, ha sido precisamente en este tramo donde Miguel Ángel Jiménez (PAR) ha sido capaz de producir el parcial de dos menos que necesitaba de manera apremiante para pasar el corte (había salido por el 10 y acababa por el 9). En ese tramo, por ejemplo, Ross Fisher (-2) perdía pie esta mañana con un parcial de +5 y se alejaba así de los puestos punteros de la tabla. En esos hoyos, en definitiva, pueden ustedes apostar a que hoy se contarán con los dedos de una mano los jugadores que arrojan un saldo por debajo del par.
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Antes, el malagueño ya había merecido mejor suerte, porque realmente ha jugado un gran golf en esta segunda jornada, dejándose por el camino muchas opciones de birdie. “Entro en los greenes y se me hace un nudo en el estómago”, decía nada más firmar la tarjeta. Y es que al de Churriana se le han juntado dos problemas: por un lado, el mal momento de putt con el que ya venía de Hawai; por otro, las pésimas condiciones de los greenes del campo dubaití. Un cóctel criminal. Y todavía tenía que embocar un putt de un metro en el hoyo 9 para certificar presumiblemente su presencia en el fin de semana. Esta es la vigésimo séptima presencia de Miguel en este torneo y será el vigésimo fin de semana que se ha ganado el derecho a jugar y a cobrar, como suele decirse. ¿Es o no es una interminable historia increíble la que este hombre viene escribiendo casi cada vez que juega?
Junto a él, dos de los jugadores de moda del European Tour, Matt Wallace y Christian Bezuidenhout, seguramente habrán tomado buena nota de lo que han visto, pues son pocas las veces que pueden recibirse ‘masterclass’ de talento y coraje de este calado.
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La mañana se ha jugado seguramente más complicada de lo esperado, así que todavía más mérito tiene la remontada de Jiménez. ¿Las causas? Seguramente unas banderas muy picantes y la irregularidad de los greenes, que parece ir a más según pasan los días: algunos reciben más blandos, otros menos; incluso en un mismo green puede haber mucha diferencia, según las plataformas y los jugadores no terminan de sentirse plenamente confiados, ni a la hora de patear ni, sobre todo, a la de recuperar desde los alrededores. El líder del jueves, Richard Sterne (-6), por ejemplo, firmaba una tarjeta de 74 golpes, y tampoco le iba mucho mejor a Kurt Kitayama (-7), segundo tras la primera ronda, con su vuelta de par. El escocés Robert McIntyre (-9), sin embargo, se sacaba de la manga un espléndido 68 libre de bogeys que lo ha catapultado hasta el liderato provisional.
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La mañana nos ha dejado también las buenas noticias de que Nacho Elvira (-1) y Pablo Larrazábal (-1) estarán el fin de semana. Ninguno de los dos ha podido desplegar su mejor juego, pero se han defendido como gato panza arriba para asegurar el fin de semana. Se han quedado fuera Álvaro Quirós y Jorge Campillo.
