Fue en un bar de estilo irlandés de Palma de Mallorca, prácticamente en el paseo marítimo, muy cerca del puerto. Noviembre de 2021. La temporada del Challenge Tour había terminado y el circuito, gran detalle, invitaba a todos, jugadores, voluntarios, empleados, personal del campo, caddies e incluso periodistas a la fiesta de fin de curso. Muy agradable. Comida, bebida y música. Qué más se necesita.
El garito tenía dos plantas. Todo de madera y con ese olor… Sí, ese olor de pub irlandés. No era fácil llegar al final. Había bastante gente y tocaba culebrear entre grupos y amigos del baile para llegar al final y subir a la planta de arriba, más tranquila. El asunto se pone aún más complicado cuando un torre de dos metros se planta justo delante. Le cogemos la matrícula. Debe ser un jugador. Era más fácil saltarlo que rodearlo. Cuerpo de campeón olímpico de 100 metros mariposa.
Al llegar arriba, no sin esfuerzo, lo primero es preguntar a Ángel Hidalgo. Porque Ángel Hidalgo lo sabe todo. O casi. «Perdona, necesito saberlo, ¿el armario empotrado que está ahí abajo que parece una mezcla entre Ivan Drago y Henrik Stenson sabes quién es?». Ángel ni pestañea. No necesita más referencias. «Claro, hombre, es Niklas, muy buen tío y un súper jugador. La revienta. Ese va a llegar seguro…», suelta.
Niklas es Norgaard, de apellido, y ha llegado. Vaya si ha llegado. El golfista danés, en plena evolución positiva desde que aterrizó en el DP World Tour procedente del Challenge, está cuajando un gran año y este domingo saldrá como líder del Betfred British Masters con cuatro golpes de ventaja a la caza y captura de su primera victoria en el Circuito Europeo. Sumó dos en la Nordic League en 2019 y 2020 y desde entonces su mejor resultado ha sido un segundo en el Soudal Open este mismo año, donde ganó el español Nacho Elvira.
El golf de Norgaard hace justicia a su físico. Va larguísimo. La revienta desde el tee sin apenas esfuerzo y sus hierros parecen que nunca van a terminar de caer. Así, pegando duro y siendo muy valiente, ha protagonizado hoy un show en Belfry. Ha entregado una tarjeta de 64 golpes y ha puesto tierra de por medio. Ha hecho nueve birdies y un bogey. Ha jugado muy bien, pero su mejor aspecto este sábado, de lejos, ha sido el putt. Descomunal. Las ha metido de todos los colores. «Sí, hoy metido mucho. Curiosamente, venía sufriendo esta temporada en los greenes, pero hoy ha salido todo». Todo es todo. Ha metido más de 40 metros de putt, incluidos dos claves, uno para par de cinco metros en el 13 y otro para birdie en el 14 desde el primer corte de rough desde unos 13 metros. Ahí ha lanzado su vuelta. Ha terminado con cuatro birdies en los últimos cinco hoyos, y eso que hacía un bogey bastante evitable en el 17.
Norgaard se enfrenta este domingo a una gran prueba de fuego. Ha rondado el triunfo este año varias veces, pero no ha ganado. En su historial figuran además seis segundos puestos en la Nordic Leage, por lo que tampoco es un avezado campeón. Él mismo admite que va a estar nervioso, lo cual ya es algo a su favor, pues sabe a lo que se va a enfrentar. No obstante, lo peor sin duda es que por detrás viene un enemigo fiero, desagradable. En la segunda posición está el sudafricano Thriston Lawrence (-12), que viene de ganar en Sudáfrica el pasado fin de semana y que si algo ha demostrado en su carrera es que sabe ganar. Hoy ha terminado con cuatro birdies en los últimos cuatro hoyos. «Mi único plan el domingo es ser agresivo», advierte Lawrence. Todo apunta a un mano a mano entre ellos dos. En la tercera posición, ya a seis golpes, está Jeong Weon Ko (-10).
Los que no estarán en la contienda por el triunfo son Tyrrell Hatton (-6) y Jorge Campillo (-6). Ambos salían en el partido estelar y eran los grandes favoritos al triunfo tras la ronda del viernes, pero ya sabemos cómo se las gasta el golf. Ha dado la sensación de que se han ido contagiando el uno al otro. Hatton ha empezado primero a jugar mal, a fallar desde el tee y con los hierros y Campillo ha hecho lo propio desde el hoyo 10. A partir de ahí le ha costado. Han caído tres bogeys, ha salvado otrasdos situaciones delicadas y apenas se ha dejado opciones claras de birdie.
Lo bueno es que, más allá de Norgaard, que se ha escapado, el extremeño aún tiene a tiro una muy buena posición en Belfry. Es séptimo, a sólo cuatro golpes de la tercera plaza. La victoria parece imposible, salvo que firme una ronda de golf estratosférica y reciba una ayuda indispensable de Norgaard y Lawrence. Por último, a Ángel Hidalgo (-1) se le estropeó al final lo que venía siendo una gran ronda de golf y Sebas García (+4) tuvo un mal día.
Gran y jugosa crónica. Qué gozada leeros, y la narración de la entrada en el pub es para enmarcar