El Número 333 es, según diferentes expertos en numerología consultados en Google a salto de mata y haciendo un resumen muy general, un símbolo de crecimiento y una fuente adicional de energía positiva…
Y 333 fueron los torneos que sumaba Jorge Campillo en el circuito europeo la pasada semana con la disputa del Open de Kenia, que precisamente terminaba con la victoria del extremeño, la tercera de su carrera en el DP World Tour. Ni que decir tiene que, en su caso, el 333 ha supuesto sin duda algo más que un símbolo de crecimiento y fuente adicional de energía positiva…
Al margen de este juego numérico más o menos ocurrente y anecdótico (de momento no está entre los objetivos de esta web acercarse seriamente al universo numerológico), sí parece el 333 un número redondo (y bonito) para hacer algunas cuentas empíricas, que poco o nada tienen que ver con la numerología, actividad (nunca lo llamaríamos ciencia…) que ‘pretende establecer una relación oculta entre los números, los seres vivos y las fuerzas físicas o espirituales’ (Wikipedia dixit).
Cuentas empíricas, decíamos. Vayamos con ellas. En efecto, Campillo ha jugado ya 333 torneos y la primera media resultante es impepinable: sale a un triunfo cada 111 torneos, puesto que atesora tres victorias. Sin embargo, este recuento es matizable, para entender mejor la evolución o la actual realidad de este jugador. Campillo ganó por primera vez en el año 2019 y en su comparecencia número 229 en el circuito europeo, luego es real y cierto que el español ha ganado tres veces en sus últimos 105 torneos. Como se ve, desde este enfoque, su media victoriosa resulta mucho más interesante, puesto que sale a un triunfo cada 35 torneos. Una media encubierta, camuflada y hasta parcial, si se quiere, pero que probablemente sea más rigurosa con su actual realidad. Digamos que Campillo abrió el grifo en aquel Hassan II que ganara en tierras marroquís en abril de 2019 (todavía no se han cumplido cuatro años) y se ha mantenido de un modo regular en el círculo ganador.
No se trata tanto de barrer para casa, retorciendo los números hasta encontrar un enfoque más positivo, como de entender que estas tres victorias en 105 torneos nos hablan de un jugador más capaz y, sobre todo, que no tiene por qué haber alcanzado su techo, sino más bien todo lo contrario: lo sigue buscando.
En estos 333 torneos disputados encontramos otros datos realmente interesantes. En primer lugar, hay que significar que Jorge ha pasado 217 cortes, lo que supone un 65,16 por ciento de ese total de 333, prácticamente dos tercios. Además, el extremeño atesora la nada despreciable cifra de 44 puestos dentro del top ten, o lo que es lo mismo: en uno de cada cinco torneos en los que pasa el corte, termina dentro del top ten. Todos estos datos, en efecto, nos hablan de su consistencia y regularidad.
Para terminar, y en la línea de situar mejor su trayectoria general de rendimiento, digamos que Jorge Campillo no se ha asegurado matemáticamente todavía la presencia en la Final de Dubai de este año, pero ya es un objetivo que tiene prácticamente conseguido con los puntos sumados a día de hoy, con lo que sería su sexta presencia en las últimas ocho temporadas. Él lleva sus tiempos, pero va cocinando sin prisa y sin pausa una carrera granítica y, de momento, siempre al alza.
