La tercera jornada del ISPS Handa Championship in Spain se ha rendido finalmente a las inclemencias y ha declarado la suspensión del juego, cuando todavía restaba algo así como hora y media de luz y sólo 29 jugadores habían firmado la tarjeta. No es poco terreno el que se ha avanzado, de todos modos, si consideramos el ajetreo meteorológico que ha tenido que soportar hoy el Lakes course del Infinitum Golf, harto de esquivar tormentas, granizadas y aguaceros (el trabajo que están realizando esta semana todos los operarios de mantenimiento es impagable e impoluto, verdaderamente). Pensemos, por ejemplo, que el partido en el que marchaban Jorge Campillo y Adri Arnaus salía hoy a jugar las 11,14 de la mañana y abandonaba definitivamente el campo al filo de las 19,00 horas y todavía con cuatro hoyos por jugar…
El líder en solitario sigue siendo Scott Jamieson (-11), aunque en el momento de la suspensión se había quedado en una posición algo delicada en el hoyo 6, donde tendrá que andar fino para salvar el par, y a pesar de los esfuerzos titánicos del canadiense Aaron Cockerill (-10) por alcanzarlo, que finalizaba la ronda con eagle en el 18 y un 62 bajo el brazo. A la vera del escocés, en el mismo partido, Adrián Otaegui (-8) arrancará mañana pateando para birdie desde unos tres metros y medio. Y no era la primera buena ocasión de birdie que se procuraba el vasco; antes bien, había dejado escapar hasta tres excelentes oportunidades en los hoyos 1, 2 y 5, especialmente esta última desde apenas un metro largo de distancia. No, no ha estado certero con el putter en las manos, pero la buena noticia es que sus hierros siguen yendo de sobresaliente en sobresaliente, como en jornadas anteriores.
La Armada española, entre suspensión y suspensión, ha ido forjando otras interesantes opciones de cara a la larga y apasionante jornada final que nos espera. Por ejemplo, la de Pablo Larrazábal (-8), que mañana reanudará el juego tirando un putt de birdie de unos cuatro metros en el green del hoyo 10. El barcelonés arrancaba con cuatro birdies consecutivos, como un tifón, reventando el campo de tee a green y rematando con dulzura en los greenes. A pesar de todo, hasta podría decirse que su parcial de tres menos ha sabido a poco, puesto que después erraba dos putts cortos, uno para par en el hoyo 5 y otro para birdie en el 9. En fin, si hablamos de golf y de una jornada tan absolutamente quebrada entre idas y venidas, lo más razonable parece no quejarse…
No era tan sencillo carburar a pleno rendimiento. Thorbjorn Olesen (-6) y Rasmus Hojgaard (-6), por ejemplo, dos de los grandes nombres de cara al fin de semana que aparecían arriba en la tabla, han perdido posiciones, aunque a ellos, con tantos hoyos por delante, conviene concederles el beneficio de la duda. Tampoco se lo vamos a negar a Sebas García Rodríguez (-5), que mañana arrancará tirando un lejanísimo putt de birdie en el hoyo 14. Ni siquiera a Ángel Hidalgo (-4), que se ha quedado en los alrededores del 13, el par 4 corto, con la posibilidad de sacar un birdie tempranero si convierte la recuperación; o a Jorge Campillo (-4), que está recuperando la coraza de granito que siempre le ha caracterizado.
El domingo se nos aparece limpio y puro en los partes meteorológicos, aunque parece que el viento va a ser protagonista, con rachas de hasta 30 kilómetros por hora que sin duda van a condicionar el juego. Ciertamente, con tantos hoyos por jugar y tantísimos jugadores en el radar, todavía no aparecen claros los nombres de los dos, tres, cuatro o cinco candidatos claros. En este precioso y profundo río revuelto toca pescar.