La tercera jornada del Johnnie Walker en Gleneagles (Pertshire, Escocia) ha acabado hoy con la paciencia de unos cuantos.
Los greenes de este recorrido (recordemos, escenario de la Ryder 2014) son una auténtica tortura. Muy irregulares, traicioneros y una auténtica prueba para el equilibrio emocional de los jugadores. El sueco Peter Hedblom (-8) es el líder. Este hombre destaca, entre otras cosas, por lo bien que encaja los malos golpes y los errores; así que, quién sabe, quizá precisamente por eso encabece a día de hoy la clasificación…
El repertorio de putts cortos fallados ha sido variado y trágico (viene ocurriendo desde el jueves, pero quizá lo de hoy ha sido especialmente duro). A la irregularidad de los greenes se ha unido el viento, y el cóctel ha resultado demoledor. Se trataba de agarrarse al campo y de sobrevivir, porque las opciones de birdie también terminan presentándose. A los profesionales se les veía realmente tensos en cuanto que tenían un putt de más de dos palmos. Y no es una exageración: el joven norirlandés Jonathan Caldwell, que llegaba con un magnífico -6 al green del hoyo 13, se había dejado allí con un buen aprochito un putt para par de no más de 70 centímetros… Desde esta distancia hizo cuatro putts. Increíble, pero cierto. Todos fallados desde la misma distancia: se pasaba el hoyo medio metro, volvía a pasárselo en dirección opuesta, otra vez más… Un auténtico drama.
José María Olazábal (PAR) ha terminado sucumbiendo a esta circunstancia. El tramo clave de su vuelta ha sido probablemente el que ha ido del hoyo 10 al 15, donde salió cruz, cuando bien pudo salir cara… Hasta ahí, venía jugando sobre par, pero salvando el día y aún con opciones de pelear mañana por el triunfo. En el hoyo 10 fallaba un putt para birdie de unos dos metros y medio; en el hoyo 11 fallaba otro putt más largo; en el 12 al fin firmaba el primer birdie del día; en el 14 erraba otro putt para birdie de metro y medio… Y en el 15 volvía a fallar un putt de un metro, esta vez para par. Ahí terminó su resistencia, finalizando con tres bogeys más consecutivos.
En estas circunstancias, hay que destacar las vueltas de Pablo Martín (-2, tras firmar hoy un 71) y de Pablo Larrazábal (-2, con vuelta hoy de PAR). Seguramente están muy lejos de la cabeza como para pensar en la proeza. Por delante de ellos hay 19 jugadores en cinco golpes. El camino a seguir es el marcado hoy por Steven O’Hara (-6), que viniendo desde el PAR disputará mañana la victoria. Para eso hay que dejarlas muy, muy cerca del hoyo, o bien meter unos puros increíbles, porque estos greenes siempre te acaban cazando.
