Álvaro Quirós (-4) se ha reencontrado con su versión más competitiva, aquella que le permitía firmar incluso buenas tarjetas sin un juego excelente. Lo ha hecho en un campo que le gusta, que le va bien y que, por supuesto, le trae grandes recuerdos. «Recuerdos lejanos, por desgracia, pero realmente buenos», señala. «He hecho un resultado bueno porque, jugando bastante bien, he tenido además esa pizca de suerte, también para salvar los momentos comprometidos, algo que no me pasaba hace tiempo».
El de Guadiaro le ha endosado un parcial de cinco menos a los pares 5 del Emirates, y esta ha sido la base de una más que interesante tarjeta de 68 golpes que lo ha situado arriba, muy cerca de la cabeza. Interesante, sobre todo, porque ha llegado en el turno vespertino de juego, más complicado por el viento.
En realidad, la diferencia con otras vueltas muy recientes (Abu Dhabi, Qatar…) ha estado en la templanza mental del jugador español. No es algo que haya venido solo, sino que él ha salido a jugar con la intención de centrarse en cada golpe. Y lo ha conseguido. «No es que haya hecho nada especial, pero sí que he conseguido ahorrarme esos treinta segundos después de un mal golpe en los que me ponía a pensar: ya estamos, otra vez lo mismo…»
En honor a la verdad, no han sido muchos los malos golpes en su vuelta (malo, malo, quizá sólo la salida del 13, una madera 5 defectuosa que ha llevado la bola a pegar ligeramente contra una palmera), pero también es cierto que no ha estado cómodo con el driver en las manos (sólo ha cogido cuatro calles), una situación que pone los nervios de punta a cualquiera, pero especialmente a este jugador.
Sea como sea, Quirós ha visto hoy luz al final del túnel y quizá pueda incluso disputarle el reinado del golf en el Oriente Medio a Henrik Stenson, Rory McIlroy y Ernie Els, ni más ni menos. Ellos suman cuatro victorias en los campos de esta zona del globo, mientras que el andaluz suma tres. Quizá sea mejor, no obstante, mirar más a corto plazo y quedarse con que cualquier progreso en la confianza sólo puede ser positivo, y que eso es exactamente lo que ha ocurrido en esta primera ronda del Omega Dubai Desert Classic.
