Rafa Cabrera Bello ha terminado en décima posición en el Abu Dhabi HSBC Championship después de firmar una última vuelta de 67 golpes. Un remate sobresaliente para una actuación global notable que tampoco sorprende demasiado, porque el canario acaba entre los diez primeros en uno de cada tres torneos que disputa a principios de año en la llamada Gira del Desierto.
Y lleva quince años haciéndolo de manera ininterrumpida. Se estrenaba en 2009, precisamente en Abu Dhabi, y desde entonces, cada año ha pasado por esta esquina del mundo, bien para disputar aquella serie de tres torneos que conformaban la Gira hace un tiempo (Abu Dhabi, Qatar y Dubai), o bien para jugar sólo en Abu Dhabi y Dubai, cuando la cita en Qatar se trasladó en el calendario.
Lo dicho, un top ten en uno de cada tres torneos. Y no es una manera aproximada de hablar: ha disputado 36 torneos de la Gira del Desierto en toda su carrera y suma doce posiciones dentro de los diez primeros, incluyendo aquella victoria en Dubai (2012) y hasta tres segundos puestos, uno en cada plaza: Qatar (2016), Dubai (también en 2016) y Abu Dhabi (2021).
Un dato curioso: el español ha jugado en la Gira del Desierto un 9,6 por ciento del total de los torneos del circuito europeo que ha disputado (36 de 372), pero sus ganancias en esta serie rondan los tres millones de euros y superan el 18 por ciento de sus beneficios totales en este circuito. Es cierto que, sobre todo desde la llegada de las Rolex Series, la bolsa de premios aumentó considerablemente en Abu Dhabi y más recientemente en Dubai, pero de todos modos el dato confirma que Cabrera Bello rinde muy por encima de su media en estos lares.
Otro dato: con las cuatro rondas de este domingo en el Yas Links el español suma 131 vueltas de competición en la Gira del Desierto y su acumulado se va a -265, lo que nos lleva a una gruesa media de algo más de dos menos por ronda, que no está nada mal a lo largo y ancho de quince años.
Rafa ha perdido la cuenta de las veces que ha respondido a la pregunta de por qué se siente tan a gusto en estos torneos. Y él normalmente se refiere a lo mucho que le gusta jugar con calorcito y viento, tan habituales casi en cada vuelta, como buen canario. Y también al tipo de diseños de campo, que le van muy bien a su juego. Pero en esta ocasión, apunta una razón mucho más interesante. “A estos torneos, después del descanso invernal, llegó muy fresco mentalmente y eso luego se nota en las decisiones que tomo en el campo, que suelen ser acertadas. Después, por supuesto, los golpes salen o no cómo los has planteado, pero es importante pensar de la manera adecuada en el campo para tomar las decisiones correctas. Y es algo que noto que me pasa mucho aquí, precisamente por esa frescura mental con la que llego”.
