En Rorylandia puede ocurrir perfectamente que Rory McIlroy (-9) arranque su vuelta por el hoyo 10 del Dubai Creek Resort, sede del Dubai Invitational, primer torneo del DP World Tour de 2024, y no consiga firmar ningún birdie en los dos primeros pares 5 del recorrido, que son tempraneros (hoyos 10 y 13), y sin embargo su registro final no sufra convulsión ninguna (ronda de 62 golpes, libre de bogeys, nueve menos en el día y liderato en solitario).
En Rorylandia, de hecho, hasta puede acontecer que en el segundo de esos pares 5, el del hoyo 13, el norirlandés mande su bola al agua, errando el segundo tiro, pero termine salvando el par después de embocar un putt de siete metros.
En Rorylandia puede ocurrir también que este magnífico jugador sea capaz de fabricarse hasta once opciones razonables o muy claras de birdie desde menos de cuatro metros, desplegando un inmenso y certero repertorio de segundos golpes, fundamentalmente con los wedges. De hecho, McIlroy ha sumado nueve birdies y en ocho de ellos siempre anduvo pateando por debajo de la distancia de los tres metros. Muy en plan Scheffler, para entendernos, pero si acaso aún más fino, contando eso sí con la ventaja de su pegada, superior a la del texano. El asunto quizá sea, aunque ahora no venga al caso, que Scottie es más consistente en la tarea, semana a semana, torneo a torneo.
En Rorylandia, en definitiva, no pilla por sorpresa que el chico de Holywood pueda liderar un torneo en solitario después de firmar una ronda tan baja, no es la primera vez que ocurre, ni la vigésima, ni la trigésima. Tampoco será la última, podemos estar seguros de ello. El norirlandés gobierna el Dubai Invitational con mano firme después de la primera jornada y apuntala su condición de indiscutible favorito, con dos golpes de ventaja sobre su inmediato perseguidor, el alemán Yannik Paul (-7). Y no, no vaya nadie a creerse: el recorrido dubaití es tan sencillo como puedan dan a entender los registros de Rory y Paul, y eso que tampoco ha soplado el viento. De hecho, la mitad de los competidores no han sido capaz de ganar al campo. Tampoco es que sea un test durísimo, pero los greenes están firmes y esta circunstancia siempre complica las cosas, sobre todo al que no anda muy fino.
Tommy Fleetwood (-5), Thorbjorn Olesen (-5), Nicolai Hojgaard (-4) y Thriston Lawrence (-6), además de un notable Adrián Otaegui (-4) siguen más o menos lejos la estela de Rory, a la espera de ver qué acontece en Rorylandia estos días. Ya se sabe que en este reino de fantasía cualquier cosa puede ocurrir (casi todo bueno o excitante, por cierto).
Y a mí me llama también mucho la atención que en Rorylandia puede ocurrir que se firme una tarjeta con 12 “treses”, que se dice pronto…