Ryan Fox ha conseguido hoy en St Andrews algo parecido a la Triple Corona. Primero ha logrado la victoria en el Alfred Dunhill Links Championship, en el Old Course, sin duda el escenario más mítico del golf mundial.
Después, con esta victoria, ha asegurado su presencia en el Masters de Augusta 2023. Será su primera presencia en el Grande de la Chaqueta Verde. El triunfo le va a permitir saltar del puesto 46 al top 25 del ranking mundial. Nadie lo va a sacar del top 50 antes de que acabe el año. Pelotazo.
Y por último, le envía un recado más que curioso a Trevor Immelman, el hombre que lo dejó fuera del equipo Internacional de la Presidents Cup pese a estar entre los 50 mejores del mundo. Es cierto que Fox se retiró por lesión del BMW PGA Championship de Wentworth después de la segunda jornada.
Fue una dolencia menor en la rodilla después de un accidente doméstico, aunque también le impidió jugar la semana siguiente en el Open de Italia. Hay quien elucubra con la idea de que Immelman habló con Fox y lo dejó fuera del equipo precisamente por esta lesión, pero esto es imposible por una simple cuestión de fechas. Immelman dio a conocer sus seis elecciones el día 6 de septiembre y Fox se lesionó el día 8.
Así las cosas, o Immelman tiene la extraordinaria capacidad de ver el futuro o, evidentemente, la decisión de dejarlo fuera del equipo no tiene nada que ver con esa lesión. Por cierto, la Presidents se jugó la semana pasada, al mismo tiempo que Fox disputó el Open de Francia. Desde luego, no hay mejor respuesta a su no convocatoria que la victoria este domingo en la casa del golf.
Fox (-15) se ha impuesto en una vibrante jornada final en el Old Course. Su victoria, la tercera en el DP World Tour y la segunda este año, se ha construido en los primeros 12 hoyos, donde el Kiwi ha logrado un imponente parcial de cinco bajo par, con seis birdies y un bogey. Muy al estilo Fox, drivazo que te crió, wedge de máxima precisión y birdie. Esa manera que tiene él de hacer que lo difícil parezca fácil cuando está inspirado.
El ataque de Fox ha dejado sin respuesta a Richard Mansell, líder destacado del torneo tras la tercera jornada. El inglés de 27 años ha pagado su inexperiencia. Salía con cuatro golpes de ventaja y ha terminado séptimo con una vuelta de 76, la tercera más alta del día. No es ningún crío, pero hasta ahora se ha visto en pocas situaciones como la de hoy.
Un doble bogey en el hoyo 2 tras mandar su segundo tiro a un arbusto lo ha dejado descolocado. Después, no ha hecho su primer birdie hasta el 10. Precisamente, cuando parecía que se podía volver a meter en la pelea ha cometido cuatro bogeys entre los hoyos 11 y 17. The End. Al menos, seguro que le sirve para la próxima vez que se vea ahí.
El otro gran ataque del domingo ha venido de Rory McIlroy (-13). El norirlandés ha puesto casi toda la pimienta en esta jornada final. Pareció por momentos que podría sacarse la espina del Open Championship, pero finalmente se quedó corto. La clave estuvo en el hoyo 14, par 5. En ese momento, Rory andaba desbocado, con seis birdies en los nueve hoyos anteriores y cazando de uno el hoyo 12 con drive prodigioso desde el tee. Pegó un gran segundo golpe en el 14 para dejarse incluso una opción de eagle, pero un mal rebote, ay, los links, alejó mucho su bola y ni siquiera pudo hacer el birdie. Ahí se frenó en seco. Después, dilapidó sus opciones con un mal segundo golpe en el 17 que acabó en el búnker de green.
Qué maravilla de hoyo 17, por cierto. Qué par 4. Y pensar la de años que lleva ahí ese hoyo… Rory fulminó ahí sus opciones, lo mismo que Niklas Nørgaard Moller (-11) y Fox se llevó un susto de campeonato. Tanto que casi le cuesta el torneo. Su salida, muy conservadora, fue completamente a la izquierda. Desde ahí no pudo llevarla a green y su tercer golpe fue muy pobre. Se dejó un cuarto tiro, un putt, de más de 22 metros para par. Ni siquiera el bogey estaba asegurado. No obstante, Fox tiró un gran primer putt y salvó el bogey. Ahí certificó el triunfo.
También llegaron con opciones al final Alex Noren (-14) y Callum Shinkwin (-14). A Noren lo traicionó el putt. Se le escaparon varios muy cortos que le habrían permitido ganar el torneo. A Shinkwin, simplemente, le faltaron hoyos.
La Armada española, por su parte, fue fiel a su historia en este torneo. Otra semana que ni fu ni fa en el Dunhill Links. Adri Arnaus (-7) fue el mejor de los nuestros con una muy buena tarjeta final de 68 golpes para terminar en el puesto 22º. Más atrás acabaron Alejandro Cañizares (-6), con un resultado de 71 el domingo, Sebastián García Rodríguez (-5), hoy 75, Nacho Elvira (-2), 71 golpes, y Jorge Campillo (+3), hoy 76.
Sea como fuere, aunque no ha sido una semana para enmarcar, los resultados de Cañi y Sebas les permiten seguir arañando puntos en su pelea por mantener los derechos de juego completos en el Circuito Europeo.
Otra semana en la que Rory McIlroy saldrá contento después de quedar por delante de Oosthuizen.