Sebas García Rodríguez está completando un más que notable Alfred Dunhill Links Championship, a falta de la jornada definitiva. El madrileño, partiendo este domingo en la undécima posición, se ha situado incluso en disposición de dejar arreglado este domingo el objetivo de mantener los derechos de juego completos del circuito europeo para 2023. Al respecto, Sebas se muestra prudente, pero también le brota con naturalidad la ambición: “mañana domingo será otro día y hay que ir golpe a golpe y vuelta a vuelta. Pero me encuentro bien y la verdad es que, de cara al final de la temporada, pienso más en meterme entre los sesenta primeros para poder ir a Sun City y a Dubai”.
Esta semana, en todo caso, hay una novedad en la bolsa del jugador español. Se trata del driver. El caso es que Sebas venía trabajando duro con su marca, PING, a la caza y captura de un driver que le ayudase un poco más en el campo, en vista de que estaba teniendo problemas desde el tee. Y parece que esta semana, en tierras escocesas, han dado con la tecla. “Estoy pegando mucho mejor al drive. Llevaba dos años fallando por un mismo lado y después de trabajar duro con los de PING parece que hemos dado con el palo… A ver, el swing no lo he cambiado y estoy pegando muy bien al driver…”, señala con cierta sorna.
Este domingo Sebas saldrá a jugar tres cuartos de hora antes que el partido estelar junto a Billy Horschel, una excelente ocasión de poner a prueba su nueva y gran herramienta.
Una vuelta de 68 golpes, sin bogeys, en un Carnoustie ventoso habla por si sola del despliegue de juego del madrileño, aunque el mejor resultado de este sábado en este legendario campo ha llevado el nombre de otro jugador español, el de Jorge Campillo. Necesitaba el extremeño algo fuera de lo común para pasar el corte y jugar mañana la ronda definitiva en el Old course de St. Andrews y eso es exactamente lo que ha hecho (vuelta de 66 golpes, mejor incluso que la del líder, Richard Mansell, en este mismo campo, que firmaba un 67).
Saliendo a jugar por el hoyo 10, Campillo se dejaba hasta tres birdies dados (“y cuando digo dados, es que estaban dados”, matiza Jorge) en los hoyos 16, 1 y 3, lo que habla por si solo de la excelencia de sus hierros en condiciones tan complicadas de viento. El jugador español sigue dando claras muestras de estar muy cerca de una gran campanada. De un triunfo, vaya. Una excelente sensación para acometer las dos próximas citas en España (Open de España en el Club de Campo y Estrella Damm Andalucía Masters en Valderrama), qué duda cabe…
