Ni fu, ni fa. Ni muy bien, ni todo lo contrario. De esta manera algo complicada, pero que muchos golfistas captan a la primera, define Ángel Hidalgo sus dos primeras rondas en el Soudal Open. Nos sirve para valorar también en conjunto la actuación de la Armada en el Rinkven International Golf Club de Amberes. Ni fu, ni fa. Ni muy bien, ni todo lo contrario. Seis han pasado el corte, los seis están lejos de la cabeza, pero no lo suficiente como para no tener una oportunidad de victoria si firman un fin de semana espectacular. Están lejos, pero no tanto.
A saber, Ángel Hidalgo (-4), Emilio Cuartero (-4) y Adrián Otaegui (-4) se ubican en el puesto 29º y Alfredo García Heredia (-3), Alex del Rey (-3) y Santi Tarrio (-3) están en el puesto 49º. El líder es Simon Forsstrom (-11), que tiene un golpe de ventaja sobre Jeong Weon Ko (-10), dos sobre Thomas Detry (-9) y tres sobre Julien Brun (-8), Jens Dantorp (-8) y James Morrison (-8). Este es el mapa de situación del torneo del DP World Tour al paso por el ecuador. Ni muy mal, ni muy bien.
La mejor noticia es que hay margen. El Rinkven no es ninguna perita en dulce, por lo que una gran vuelta el sábado mete a cualquiera en la pelea. Con un 64 ó 65 se pueden subir muchas posiciones en la clasificación y darse una oportunidad el domingo. Ahí está la posibilidad. Así es como hay que pensar.
Hidalgo no está cómodo desde el tee. Siente que no puede soltarse como le gustaría y el campo de Amberes no es un lugar para ir torcido, ya que los árboles te aguardan hambrientos a cada lado de la calle. Por eso, el malagueño ha tenido que buscar en el sombrero de los recursos y ha sacado el drive de emergencia. «La pongo en calle, no mucho más. Hago 215 metros de vuelo y al menos sé que estoy en juego», asegura a Ten Golf.
La derivada de este swing es que el segundo golpe, obvio, es muy largo. Pegando esos hierros medios y largos es difícil pretender dejarse buenas opciones de birdies. Es más un golf de supervivencia. Está cazando muchos greenes, pero lejos del hoyo. Al drive de emergencia hay que unir una enorme finura alrededor de green. Estos son los argumentos para estar metido en el torneo sin sentirse cómodo. Recursos. Si no es de una manera, que sea de la otra. Es un arte.
Emilio Cuartero parece que este año se siente más cómodo en el DP World Tour que en el Challenge Tour. Dos torneos del Circuito Europeo ha jugado y en los dos ha pasado el corte. En el Challenge, sin embargo, ha fallado siete de los ocho que ha jugado y los cuatro últimos consecutivos. Seguro que puede aprender algo de esta semana para llevarlo al Challenge de regreso. Lo necesita, no en vano es su circuito.
Otaegui, por su parte, ha sabido reponerse un inicio abrupto, con un doble bogey y un bogey para sacar adelante una vuelta bajo par y seguir vivo y coleando. No se despisten con Adrián. Siempre es un factor por estos lares. Ganó aquí cuando se jugaba match play y le campo le va como anillo al dedo.
Buen corte de Alfredo García Heredia. Le hacía falta al asturiano para romper la mala racha de cuatro fines de semana consecutivos con las maletas hechas antes de tiempo. Recupera vuelo. Del mismo modo, mucho mérito al corte de Alex del Rey en un campo que podríamos decir que es su némesis. Y hablando de rachas, no está mal la de Tarrio. Ha pasado seis de los últimos ocho cortes. El gallego suma y sigue.
Claro que si hacemos referencia a las rachas, hay que destacar una feliz que se acaba. Jorge Campillo (-1) no podrá sumar su sexto top 10 consecutivo en el Circuito Europeo. Se ha quedado fuera del corte y lo ha hecho de una manera dolorosa. Ha jugado muy bien de tee a green, pero los greenes del Rinkven los han crucificado. Ha fallado putts muy cortos, de menos de un metros, en el 14, 16 y 17. Quizá lo que ocurrió en el hoyo 1 era ya una pista de lo que venía por delante. Su segundo golpe no pudo ser mejor, la bola botó en el hoyo, la escupió y firmó tres putts para bogey.
