Puede parecer una explicación demasiado simple, pero a veces lo más sencillo es también lo más acertado. Shane Lowry (-4) ha entregado este jueves en la primera jornada del Open de Irlanda su mejor resultado en un mes y medio. Liberado de la presión de intentar convencer a Luke Donald para jugar la Ryder Cup, el golfista irlandés se ha reencontrado con su mejor golf con una tarjeta de 68 golpes, que ha incluido siete birdies y tres bogeys. Es su mejor resultado desde la tercera jornada del Genesis Scottish Open, allá por el mes de julio.
Lowry, más serio que de costumbre en sus primeros 18 hoyos, ha soltado lastre y ha vuelto a volar. Su juego largo ha sido algo irregular e inconsistente, mejor con los hierros que desde el tee, pero la tranquilidad de saberse en Roma le ha sentado de cine a su putter. Ha metido tres putts de birdie de seis metros o más y otros dos, uno de par y otro de birdie, de más de tres metros. La guitarra ha funcionado bien, un elemento crucial en el formato match play de la Ryder Cup.
Los 68 golpes de Lowry le han permitido meterse arriba en la clasificación, entre los mejores, y mandan un mensaje tranquilizador al capitán de Europa y sus asistentes. La elección del campeón de Open en 2019 era la que estaba más en entredicho de todas y esta ronda al menos apacigua el ruido.
El liderato provisional del torneo, con el turno de tarde en marcha mientras se publica esta crónica, está compartido por Jordan Smith (-6), Thomas Björn (-6) y Ross Fisher (-6), tres ilustres veteranos, unos más que otros. Realmente sorprendente ha sido la vuelta de Björn, que regresaba a la competición oficial casi cuatro meses después. No jugaba desde el Soudal Open de mayo. A un golpe de la cabeza se han situado Hurly Long (-5), Julien Brun (-5), Mikael Lundberg (-5) y Ashun Wu (-5).
Buen arranque también para Rory McIlroy (-3). El gran favorito a la victoria no ha defraudado. Tarjeta de 69 golpes para colocarse a tiro de los primeros. Una vez más, el norirlandés ha arreglado su vuelta al final. Llegó a los dos últimos hoyos con un parcial de uno bajo par, algo atrás, pero terminaba con dos birdies sensacionales en el 8 y 9, primero con un gran putt de cinco metros y después con un tirazo a un palmo de la bandera, para meterse en la zona noble del torneo.
Del mismo modo, hay que aplaudir el comienzo de Adrian Meronk (-3). El polaco ha conseguido dejar atrás el varapalo de quedarse fuera de la Ryder y ha empezado con buen pie su defensa del título. Ha hecho cinco birdies y dos bogeys. Mismo inicio para Billy Horschel (-3), otro de los nombres a seguir de cerca esta semana.
En cuanto a los españoles, sólo Adrián Otaegui (-1) jugó en el turno de mañana y firmó un resultado de 71 golpes. Buena remada del jugador de San Sebastián, ya que llegó a colocarse con dos sobre par después de diez hoyos. Acabó con tres birdies en los últimos ocho.
