Brandon Stone (-22) se ha llevado el Alfred Dunhill Championship casi sin despeinarse. O eso dice el resultado final, pues el joven sudafricano ha sacado siete golpes de ventaja a su inmediato perseguidor, que no ha sido Charl Schwartzel, como mandaba la tradición, sino Richard Sterne (-15). Schwartel ha luchado por el triunfo, anduvo cerca de Stone por momentos tras producir un gran arranque de vuelta, pero cuando se vio lejos de la cabeza naufragó con estrépito.
De alguna manera tanto él como Sterne confirman así la alternativa de Stone, que a sus 23 años suma ya dos triunfos en el European Tour y sobresale como cabeza de cartel de otra potentísima generación de jóvenes sudafricanos. Este muchacho, de hechuras de golf impecables, se va a volver a meter de cabeza en el top-100 del mundo y habrá que ver si no lo vemos en el próximo Masters de Augusta… Como suele decirse: se admiten apuestas.
Carlos Pigem (-12) finalizaba con un bogey dolorosísimo en el hoyo 18 que le birlaba la posibilidad de haber terminado en un espléndido tercer puesto, en lugar de acabar cuarto empatado con una multitud, lo que le ha restado muchos euros. No obstante, su resultado final ha sido excelente (hoy, vuelta de 69 golpes) y este pequeño patinazo final no empaña una no menos excelente semana, en la que el catalán se ha visto forzado a madurar deprisa y corriendo por la vía del infortunio, tras el desgraciado fallecimiento de su caddie, Pedro Ramseyer.
Puestos a sacar conclusiones hay una especialmente halagüeña. Todo el trabajo y el sacrificio del jugador español, que lleva años ganándose las habichuelas en un circuito de lo más incómodo, el asiático, cobran cada vez más sentido. Con 26 años cumplidos, todavía muy joven, Pigem no deja de demostrar que su salto al European Tour es cuestión de detalles o de puras formalidades. Está hecho y derecho como profesional. Su momento junto a los mejores anda cada vez más cercano.
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