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BMW International Open 2022 | Haotong Li gana en el desempate

Una descarga de mil voltios sacude el BMW International Open

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Haotong Li
Haotong Li celebra el putt de birdie en el primer hoyo de desempate. (© Golffile | Stefano Di Maria)

En 1776 el naturalista sueco Carlos Linneo describió por primera vez la anguila eléctrica, una especie del Amazonas cuya principal característica es la capacidad de producir electricidad. Se han identificado tres especies distintas de este mismo animal y se le atribuye a la Eletrphorus Voltai la mayor descarga del reino animal. Se cifra en 860 voltios. Hoy la amiga Voltai ha sido desbancada por Haotong Li.

El golfista chino de aún 26 años se basta y se sobra para dar espectáculo. Tú lo pones en el tee del hoyo 1 y él se encarga de todo. Hoy ha ganado, ha perdido y ha vuelto a ganar el BMW International Open en poco más de cuatro horas. Esto es una jornada de golf aprovechada y lo demás son tonterías. El golfista chino vuelve a ganar en el DP World Tour cuatro años después. Es su tercera victoria tras el Volvo China Open de 2016 y el Omega Dubai Desert Classic de 2018.

Haotong se ha impuesto en el primer hoyo de desempate a Thomas Pieters. Ha sido la guinda a un domingo extraordinario en el Golfclub München Eichenried de Munich. Ya advertíamos de una jornada final entre volcanes y así ha sido. La batalla entre Li, Pieters y Fox ha sido extraordinaria, aunque siempre fue el jugador asiático quien llevó la voz cantante. Para bien y para mal…

Su arranque en la última jornada ha sido demoledor. Partía como líder y en cinco hoyos ya había hecho tres birdies y había dado un golpe casi definitivo al torneo. O al menos eso parecía. Su putter escupía fuego y se escapaba con una ventaja de cinco golpes. Sin embargo, no era más que el inicio de una trepidante montaña rusa.

Haotong se fue encogiendo poco a poco. Empezó a fallar golpes, el pulso se aceleró y su golf se resintió. Hizo dos bogeys consecutivos en los hoyos 6 y 7 y despertó a Pieters y Fox. El belga y el neocelandés siguieron a su ritmo, dejando que los birdies, a la orden del día en Munich, fueran cayendo por su propio peso. A Li le costaba cada vez más, se aguantaba como podía, pero un bogey en el 15 encendía las alarmas. Por primera vez prácticamente desde el jueves no era líder en solitario. Fue cazado por Pieters, mientras Fox fallaba en los últimos hoyos para meterse en la pelea.

Justo cuando ya estaba en el suelo y con la cuenta arbitral empezada, se revolvió. Sacó dos birdies descomunales en el 16 y 17, de nuevo con dos putts muy buenos de birdie de unos tres metros, y salió como líder con un golpe de ventaja al hoyo 18. No fue capaz de hacer el birdie desde el centro de la calle y le abrió la puerta a Pieters. El belga dio las gracias, se coló y forzó el desempate con un birdie de manual, cazando el green de dos.

Así se llega a un desempate que es una locura en sí mismo, otra descarga de electricidad. Los dos fallan la salida. Li acaba en el rough de la izquierda y Pieters en el búnker de la derecha. El segundo golpe del belga se marcha al búnker de la izquierda de green. Tiene por delante una sacada larga e incómoda, pues le espera un repecho importante tres metros antes de la bandera. El segundo golpe de Haotong define en sí mismo toda la jornada de golf. Le sale mucho más por la derecha de lo que quería, bota a dos metros del agua, se mete en green, pasa cerca de la bandera, pero va muy suelta y termina a otro metro del agua. Pudo perder aquí perfectamente el torneo.

A cambio se dejó una muy buena oportunidad de birdie. La sacada de Pieters se queda corta. Se deja un putt de casi tres metros de birdie. Todo está en manos de Haotong. Y lo vuelve a hacer… Comete un error grosero con el chip. Se le disparan las manos, la electricidad, y se deja un putt de birdie de unos diez metros. Se lleva las manos a la cabeza. Se lamenta.

El torneo, claro, no podía terminar de otra manera. Li metió el putt de diez metros y Pieters falló el suyo. Increíble. El golfista chino lo celebró como Rafa Nadal en la hierba de Wimbledon. Se tiró al suelo, se puso rodillas, besó la hierba y rompió a llorar. Ahí sacó todo el sufrimiento del año pasado, el peor de su carrera. Un golfista al que la pandemia le sentó fatal. Ahora vuelve al círculo de ganadores y habrá que vigilarlo de cerca porque no es de los que se conforma con poco. Y tiene golf y garra para aburrir.

Resultados finales del BMW International Open 2022