La tercera jornada del DP World Tour Championship ha quedado marcada y etiquetada hasta el fin de los tiempos por el prodigioso registro de 60 golpes de Matt Wallace (-16), nuevo récord del campo del Earth course del Jumeirah Golf Estates, doce menos en el día, que el inglés firmaba casi dos horas antes de que el último partido del día finalizara la ronda, con una serie final, también de récord, de nueve birdies consecutivos en la segunda mitad del Earth course, y de once en los últimos trece hoyos del campo, tramo en el que sólo se dejaba por el camino los birdies en los hoyos 7 y 9, donde por cierto también disfrutaba de sendas y serias opciones…
Además, tal resultado ha situado al inglés en el liderato del torneo y, por tanto, con serias opciones de cerrar mañana su quinto triunfo en el circuito europeo, donde no canta victoria, por cierto, desde hace más de cinco años. Seamos honestos: si semejante registro no le hubiera llegado para ser líder, casi tendría que haberlo sido por decreto, en vista de la hazaña.
Puestos a pedir cómo y cuándo firmar un ‘sesenta’ (queda mejor así, con todas las letras), suele salir más rentable pegar tal sablazo en la ronda final, la del domingo. O sablazos más o menos similares, para ser más precisos, porque lo de hoy no se ve ni todos los días, ni todos los años, ni todos los lustros. Firmarlo el domingo, decíamos: apareces de la nada, los dejas a todos en parada cardiorrespiratoria y te llevas el gato al agua, seguro. Ahora, sin embargo, le queda una tareíta por delante de agárrate y no te menees. Porque al fin y al cabo Tommy Fleetwood (-15), su compañero de mañana en el partido estelar, sale a sólo un golpe de la cabeza. Lo mismo que Viktor Hovland (-15). Vaya morlaco que lidiar es el noruego, ganador de la Fedex Cup este año y sobradamente preparado ya para todas las grandes gestas que el golf tiene reservadas a sus hijos ilustres.
Jeff Winther (-14), Ewen Ferguson (-13) y Nicolai Hojgaard (-13), que cerraba con sendos bogeys su vuelta en los hoyos 17 y 18, también parecen todavía dentro del rádar. No tanto Jon Rahm (-11) y el otro Hojgaard (-11), Rasmus, aunque muy capaces son estos dos de llamar a la puerta a última hora y de convertirse en un incordio para los verdaderos candidatos. Ni siquiera les haría falta el ‘sesenta’ (así, con todas sus letras) de Wallace para conseguirlo…
