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Entrevista con Miguel Ángel Jiménez una horas antes de batir el récord del European Tour

Y tantas vueltas después aún saborea aquellos recios bocatas de lomo

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Miguel Ángel Jiménez, durante la entrevista telemática con Ten Golf. (© Golffile | Fran Caffrey)

«A mi primer torneo del European Tour fui con catorce palos de marcas diferentes, bolas de segunda mano y muchos nervios. Recuerdo que me clasifiqué para jugar por la previa. Me había hecho profesional un año antes y fallé el corte por un golpe. Eso no se me olvida…», asegura Miguel Ángel Jiménez a Ten Golf unas horas antes de batir el récord absoluto de torneos en el European Tour. Aquello ocurrió en octubre de 1983, el Benson & Hedges Open de España en Las Brisas, Marbella. Unos días después de colgar temporalmente los palos para hacer la mili. No quedaba otra entonces.

«A mí me van a tener poner un cochete en el culo para sacarme de los campos de golf»

Han pasado 37 años desde aquellos, alrededor de mil torneos de golf y alrededor de 4.000 vueltas oficiales. Ha llovido mucho, ha ganado mucho, ha vivido momentos muy especiales y, sin embargo, cuando echa la vista atrás y escoge su mejor recuerdo, aparece la esencia de Jiménez. Su carácter único y auténtico. Genio y figura. ¿Creen que ese recuerdo es alguna vuelta en Augusta? ¿Quizá un paseo por St Andrews? ¿Podría ser la victoria en Wentworth, la catedral del European Tour? ¿O ese Volvo Masters ganado en Montecastillo? Nanay. «Han habido muchos buenos momentos, pero seguramente lo mejor fueron aquellos años recorriendo España en coche con mis amigos Andrés, Diego Morito, Pascual Jiménez y compañía jugando campeonatos de golf sub 25. No sólo íbamos de torneo en torneo sino que teníamos nuestras rutas gastronómicas: vamos a parar aquí que ponen el mejor bocadillo de lomo o en ese otro restaurante que tienen unas costillas de cerdo para reventar… Estábamos tiesos como la mojama pero al final son los momentos más agradables», asegura.

«Estábamos tiesos como la mojama pero al final son los momentos más agradables»

Miguel tiene claro que el récord ya está batido y no se va a obsesionar por llevarlo lo más lejos posible. Llegará hasta donde llegue. No va a forzar para jugar más en el Circuito Europeo por el simple hecho de añadir torneos. «No tengo una cifra en la cabeza, ni me planteo llegar a 730 ó 750. Mi circuito ahora es el Champions, en él estoy centrado y vendré a jugar aquí cuando me encaje bien. Por ejemplo, intentaré jugar en Valderrama, pero no voy a jugar más por el simple hecho de llevar el récord más lejos. Lo que toque», confirma.

En definitiva, seguirá jugando mientras se vea competitivo, en forma y con opciones de ganar. «Eso lo tengo muy claro. Ganar es muy difícil, pero si no supiera que aún puedo hacerlo no estaría esta semana en el Hero Open. Es cierto que los jóvenes me sacan ahora mucha distancia desde el tee, algunos me ganan por 20-30 metros, pero cuando yo estoy fino, jugando bien y controlando la bola como me gusta, también puedo enseñar algunas cosas», asegura. Por cierto, el Forest of Arden Marriott Hotel & Country Club, escenario del torneo esta semana, se puede adaptar bien al juego de Miguel. «Es un campo para mover la bola, jugar varios golpes diferentes, me gusta y ojalá pueda ser una buena semana», señala.

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Por si alguien tenía alguna duda, Jiménez no ve en el horizonte aún la hora de echarse a un lado. Es su vida, disfruta como un niño pequeño y no tiene ninguna  intención de dejarlo. «Para nada, a mí me van a tener poner un cohete en el culo para sacarme de los campos de golf. Es mi vida y disfruto muchísimo». Lo dicho. Don Miguel Ángel Jiménez. Genio y figura.

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