Inicio Grandes Circuitos El día que Sergio quite el freno de mano…

El día que Sergio quite el freno de mano…

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Sergio García (+3) ha despedido el US Open con su mejor tarjeta de la semana y con la satisfacción de haber vencido al fin la resistencia de Chambers Bay (tarjeta de 68 golpes, dos por debajo del par).

El amateur Nick Hardy concedió el viernes, casi de noche, una segunda oportunidad a quince jugadores, tras hacer un bogey en el hoyo 9, el último de su ronda, para meterlos en el fin de semana. Y el de Castellón ha aprovechado mejor que ninguno de ellos la coyuntura, ganando 42 puestos en los últimos 36 hoyos.

Teniendo en cuenta la ecuación resultado/dificultad del campo, realmente fue el sábado cuando el español ofreció sus mejores prestaciones, aunque un triple bogey emborronara su espléndido trabajo. El domingo ha rondado el tarjetón, haciendo un extraordinario trabajo por los primeros nueve hoyos, en los que anduvo muy sólido y especialmente inspirado con el putter en las manos, estirando después el empuje hasta el hoyo 13, pateando con intención para birdie en este tramo, aguantando después con dos o tres buenos putts para salvar pares desde distancias delicadas y tan solo faltándole un punto de remate en el tramo final.

Da la sensación de que Sergio acude a los grandes con el freno de mano echado en el subconsciente. Ello no significa que no quiera ganar, que no haga todo lo posible por hacerlo tan bien como pueda. Significa que casi sin quererlo prefiere no crearse ninguna expectativa. Es algo así como un mecanismo de autodefensa emocional: mejor no desear mucho el triunfo en un ‘major’, que luego el palo es muy grande si no cumples tan alto objetivo.

Él ha dicho por activa y por pasiva que el mundo no se caerá si no gana nunca un Grande y que hay cosas mucho más importantes en su vida que ganar uno. Y tiene razón, por supuesto que la tiene. Pero también podemos darle la vuelta al razonamiento: el mundo tampoco se caerá si desea con todo su corazón y toda su cabeza ganar un Grande…