Dentro de doce días, el próximo 11 de abril, se cumplirán 18 años desde la última victoria de un jugador español en un Grande, la de José María Olazábal en el Masters de 1999. Una ‘mayoría de edad’ temida y nunca deseada.
Cada año, casi sin excepción, nos preguntamos si será éste el del fin de la sequía, toda vez que el golf español se había mal acostumbrado con Seve y Chema: entre ambos habían sumado siete majors en algo menos de 20 años (desde el primer British de Seve en julio del 1979 al citado Masters de Olazábal en abril de 1999). Hoy volvemos a hacernos la misma pregunta, justo el día que arranca el primero de los nueve grandes del año que van a afrontar entre hombres y mujeres, el ANA Inspiration de las chicas, y a una semana del inicio del Masters. Y no cabe duda de que 2017 es el año que pinta mejor en mucho tiempo. ¿Por qué?
En primer lugar parece obvio apoyarse en la explosiva e irreverente aparición de Jon Rahm en el golf profesional. No se trata de cargar de responsabilidad las espaldas del joven vasco, algo que por otro lado a él parece afectarle bien poco, sino de constatar que el golf español ha ganado opciones con él. Es de cajón. Hacía mucho tiempo que nuestro golf masculino no acumulaba tres jugadores en el top-25 del mundo, como hoy ocurre (aunque Rafa Cabrera Bello, más concretamente, sea ahora mismo número 26 del mundo).
Es más, si nuestros cálculos no fallan, no tenemos a tres españoles en el top-25 del mundo de un modo más o menos estable desde que coincidieron en esa zona del ranking mundial Sergio, Jiménez y Olazábal… ¡¡En los primeros meses del año 2000!! Después ha habido otros momentos en los que se anduvo cerca de darse la triple coincidencia entre estos mismos tres jugadores y alguno más que por momentos se unió a la carrera (Álvaro Quirós y Gonzalo Fernández Castaño), pero el caprichoso destino no quiso que se diera. Cuando uno ganaba enteros otro los perdía, aunque en el top-50 sí hayamos visto tres y hasta cuatro españoles al mismo tiempo en los últimos años.
No es sólo Rahm. Es también la impresionante versión que mostraba Sergio en Dubai que bien podría trasladarse, por qué no, a los majors. Y es la perseverante y continua progresión de Rafa Cabrera Bello, a quien este año podríamos ver luchando por la victoria en un grande el domingo. No sería una sorpresa.
Si nos fijamos en el golf femenino puede afirmarse sin resultar osados que nunca, dentro de la tremenda dificultad, se ha palpado una mejor disposición que la actual. El impresionante final de 2016 de Carlota Ciganda supuso un empujón muy importante a las expectativas, al que se ha unido la clara mejoría de Azahara Muñoz en los primeros meses de 2017. El ANA Inspiration de esta semana es la primera de la nueve paradas y el golf español tiene hambre de gloria…
