Adri Arnaus (-14) es el líder en solitario del Canary Islands Championship después de la segunda jornada. El golfista de Moià ha firmado un excelente resultado de 64 golpes, el segundo consecutivo en el Golf Costa Adeje, y se ha colocado en todo lo alto del torneo con un golpe de ventaja sobre Garrick Higgo (-13) y dos sobre Calum Hill, Francesco Laporta, Richie Ramsay y Connor Syme. Arnaus ha cimentado su primera posición en unos fabulosos segundos nueve hoyos, poderosos y muy finos, con seis birdies y 30 golpes en el parcial.
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Obviamente, Adri ha pegado muchos tiros buenos para entregar una tarjeta de 64 golpes, sin embargo nosotros hoy vamos a poner el foco en el magistral wedge que ha ejecutado en el hoyo 15. Nos fijamos en ese golpe por lo que significa, por lo que hay detrás, por lo que esconde. Su salida ha sido espectacular. Ha llevado la bola a la última plataforma de esta peculiar calle en escalera de Costa Adeje. Desde ahí tenía una distancia de unas 70 yardas. No podía pegar un golpe completo. La ha clavado. Tiro perfecto. Ha botado un metro corto del hoyo, ha estado a punto de entrar y se ha quedado a un palmo. Birdie hecho.
Hace apenas dos semanas, en Gran Canaria, Arnaus prácticamente no podía pegar ese golpe, o al menos lo hacía con una inseguridad tremenda. Era la consecuencia de haber cambiado los wedges justo antes de esta gira canaria, metiendo los de Callaway, y sobre todo por los ajustes en su swing que está haciendo con Mike Walker y que le han generado un nuevo vuelo de bola y distancias diferentes. Hace dos semanas Adri estaba en pleno proceso y no lo ocultaba. Sabía que era el camino, pero necesitaba tiempo.
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Entre aquella desconfianza de Gran Canaria y el golpazo de hoy en Tenerife han pasado 15 días de mucho trabajo en el campo de prácticas, de repeticiones, de ‘trackman’, de convicción sin fisuras de que estaba en el camino correcto. Ha entrenado de sol a sol para convertir esa inseguridad en fortaleza en el menor tiempo posible y a la vista de lo que ha ocurrido hoy, así como las señales que viene emitiendo en las últimas rondas, está muy cerca de sentirse cómodo al ciento por ciento.
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En golf nunca se puede decir prueba superada, pero Adri, desde luego, se siente ahora con la autoridad de poder ir casi a por cualquier bandera de 150 metros hacia abajo… Sus seis birdies en los últimos siete hoyos han sido una exhibición de golf extraordinaria y lo colocan en la lanzadera ideal para volver a pelear por ganar su primer torneo en el European Tour. Su media de golpes desde Gran Canaria es de 66,8. Un espectáculo.
Aunque para media de golpes galáctica la de Garrick Higgo (-13). El sudafricano, con su ronda de 63 golpes hoy, promedia 65,2 en la gira canaria, es decir, en sus últimas diez tarjetas. Esto es sencillamente extraterrestre. De nuevo se mete en la pelea por la victoria y es inevitable sentir muchas ganas de verlo participando en el PGA Championship dentro de dos semanas.
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La tarde en Costa Adeje nos ha permitido ver a un gran Eduard Rousaud (-8). Ha hecho 67 golpes con un despliegue sensacional de recursos alrededor de green. Ha embocado dos desde fuera, en el 12 y en el 15. Lástima ese doble bogey en el hoyo 18 para terminar el día, ya que en ese momento, antes de jugar el par 5, estaba mirando a los ojos al liderato por segundo viernes consecutivo.
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Del mismo modo, se han dado muy buenas alegrías Adrián Otaegui (-7), con una vuelta de 64 golpes hoy, la mejor desde que ganó el Scottish Championship el año pasado, así como Eduardo de la Riva (-6) y, sobre todo, Álvaro Quirós (-5). El de Guadiaro supera su primer corte de 2021 con dos birdies cruciales en los hoyos 16 (vaya putt de birdie ha metido) y en el 18. Finalmente entró el -4 y habrá doce españoles el fin de semana.
