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Análisis de la victoria de Garrick Higgo en el Gran Canaria Lopesan Open

Higgo: lo mismo volea con la derecha que mete un gol por la escuadra con la zurda

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Garrick Higgo tras su triunfo en el Gran Canaria Lopesan Open. © Golffile | Oisín Keniry
Garrick Higgo tras su triunfo en el Gran Canaria Lopesan Open. © Golffile | Oisín Keniry

Garrick Higgo se ha ganado por derecho propio ser una de las nuevas sensaciones del golf mundial. El sudafricano conquistó este domingo su segunda victoria en el European Tour en apenas siete meses. Abrió la lata en el Open de Portugal el pasado mes de septiembre, con sólo siete torneos del Circuito Europeo disputados, y ahora se ha impuesto de manera muy brillante en el Gran Canaria Lopesan Open. No sólo importa lo que ha logrado, sino cómo lo ha hecho. Las migas de pan que va dejando, a 16 días de cumplir 22 años, nos lleva a descubrir a un gran jugador.

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Completo es la mejor palabra que podría definir a Higgo. Lo repiten todos y cada uno de los jugadores que han compartido con él 18 hoyos. Lo que más sorprende es que todo lo hace bien y tiene una actitud magnífica en el campo de golf. Es un jugador con mucho talento. Juega a zurdas, pero realmente es ambidiestro. Lo explica a Ten Golf de una manera muy gráfica: «juego al golf con la izquierda, pegó al balón con la zurda, pero para jugar al tenis o escribir soy diestro», asegura. Es decir, todo depende de que con qué mano o pie agarre la pelota que le eches por primera vez, sea del deporte que sea. Puro talento y coordinación. Es un caso parecido a Rafa Nadal, pero a la inversa. El de Manacor juega al golf a diestras y al tenis a zurdas. Le recordamos que Sergio García también es ambidiestro, «y creo que Tiger Woods también…», añade con una sonrisa llena de orgullo.

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Higgo ya venía avisando de sus poderes cuando apenas era un amateur. Lo ganó todo en Sudáfrica, fue Número 1 en su país, que no es poca cosa, y firmó por la Universidad de Nevada-Las Vegas, una de las más importantes de Estados Unidos. De allí han salido golfistas como Adam Scott, Ryan Moore, Chad Campbell o Charley Hoffman, por citar sólo algunos. Sólo estuvo dos años, tiempo suficiente para demostrar su calidad antes de dar el salto a profesional. Entre sus principales éxitos está unas semifinales en el Junior US Amateur de 2017. Cayó en el penúltimo cruce con Matthew Wolff.

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Alejandro Cañizares jugó con él los dos primeros días en Meloneras Golf y lo tiene muy claro. «Me ha sorprendido mucho. Juega muy bien. Es muy tranquilo en el campo, cuando las cosas le salen mal no se altera nada y patea muy bien. Creo que en los dos primeros días sólo falló un par de putts por debajo de tres metros. También le pega fuerte y aprocha muy bien, ha hecho algunas recuperaciones buenísimas. Lo tiene todo: pega fuerte, buen juego corto, buena cabeza y patea muy bien, al menos esta semana. Realmente no me sorprende que haya ganado», asegura a Ten Golf.

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A Higgo tampoco le faltan mentores dispuestos a echarle una mano cuando lo necesite. La noche del sábado, sin ir más lejos, habló con Gary Player. «Nunca había salido como líder de un torneo el último día. Todas mis victorias habían venido remontando desde atrás y me dijo que saliera a jugar como si fuera dos golpes por detrás del líder. Fue un consejo muy bueno. Me ayudó mucho», confesó ayer después de ganar el torneo.

En el European Tour ya tienen claro que les va a durar poco el jugador. Es carne de cañón del PGA Tour. Se ha colocado en el puesto 65º y en cuanto se meta entre los 50 primeros empezará a probar suerte al otro lado del Atlántico. Su actuación en el próximo PGA Championship, para el que ya está clasificado, le puede abrir las puertas de Estados Unidos de par en par. Parece cuestión de tiempo.

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