Casi media hora ha estado Adri Arnaus en la carpa de firmas de tarjetas digiriendo el trepidante final y la derrota ante Rafa Cabrera Bello en el primer hoyo de play off, antes de salir de allí perfectamente recompuesto y hasta orgulloso de su actuación. Incluso, algunas lágrimas han llegado a correr por las mejillas del jugador catalán, que había dispuesto de un putt de birdie en el hoyo 72 para ganar el Open de España y no había podido aprovecharlo. Pero Adri, antes de cumplirse esa media hora, ya había entendido que de esta semana sólo podían extraerse conclusiones positivas.
“Tranquilo, ya llegará”, le ha dicho Jon Rahm cuando se han cruzado. Y es cierto: Arnaus ha jugado ya 72 torneos del circuito europeo y aún no ha podido cantar victoria, pero nos sigue pareciendo a todos que es cuestión de tiempo, el que sea, que ello ocurra, porque además a esa primera victoria seguirán otras, casi con total seguridad, dado el poderío de su juego y el margen impresionante de mejora que se le intuye en todos los aspectos.
Hoy, en un domingo maravilloso de golf en el Club de Campo Villa de Madrid, no será porque el catalán haya salido apocado o con dudas, a pesar de ese bogey tempranero en el hoyo 3. De hecho, cerraba una ronda de 67 golpes, un registro convincente saliendo en el partido estelar, con dos eagles en la tarjeta, que se dice pronto.
Hay una circunstancia, además, que debe tenerse en cuenta y que también habla por si sola de los talentos de este jugador. Como ya se ha informado esta semana, hace tres semanas largas que Arnaus decidió recuperar a Nacho Garrido en el puesto de entrenador y hay que señalar que en este breve tiempo han estado trabajando cuestiones concretas y técnicas del swing, de tal modo que ahora mismo se encuentra inmerso en pleno proceso de reconstrucción. No es el estado ideal para un profesional de golf a la hora de competir, y mucho menos para luchar hasta el último suspiro por el triunfo.
En este sentido, Garrido no puede ser más honesto: “de la misma manera que si hubiera fallado el corte, no te diría que habría sido por culpa de este trabajo que estamos haciendo, tampoco puedo decirte que ha estado tan cerca de ganar gracias a ello”. En todo caso, es obvio que el reencuentro de Arnaus con el entrenador que le acompañaba en su aterrizaje en el European Tour, no ha podido ser más positivo. El joven de Moyà, incluso, se ha mostrado muy orgulloso de haber seguido en esta última ronda el plan de trabajo establecido con su entrenador, por más que se estuviese jugando su primer triunfo en la primera división del golf continental.
Este segundo puesto cambia totalmente el decorado del último tramo de temporada de Arnaus, entre otras cosas porque ya ha asegurado prácticamente su presencia en la Final de Dubai, torneo exclusivo en el que se mete por tercera temporada consecutiva, las que lleva en el circuito europeo. Por si hacía falta otra prueba más de la proyección de este jugador.
Desde fuera parece como si estuviera intranquilo con su trayectoria y resultados, y no reflejara fielmente su calidad. Demasiados cambios de muchas cosas. El tiempo también puede ser el peor de los enemigos y en el golf más.
Pude verle en directo el sábado y menudo espectáculo. Espero que siga en la trayectoria ascendente que lleva, siempre es duro quedar segundo pero en golf es muy difícil ganar.