Inicio Grandes Circuitos DP World Tour Campillo y el arte de ‘desenfocar’ la mirada para patear mejor
Tres españoles empatados en la segunda posición del Mallorca Golf Open después de la segunda jornada

Campillo y el arte de ‘desenfocar’ la mirada para patear mejor

Compartir
Jorge Campillo en la segunda ronda del Mallorca Golf Open. © Manuel Queimadelos/Quality Sport Images
Jorge Campillo en la segunda ronda del Mallorca Golf Open. © Manuel Queimadelos/Quality Sport Images

Jorge Campillo (-7) es uno de los tres jugadores españoles que han terminado empatados en la segunda posición del Mallorca Golf Open después de la segunda jornada, junto a Álvaro Quirós (-7) y Sebas García Rodríguez (-7). Excelentes opciones, por tanto, para la Armada española. Y no son las únicas. Al fin y al cabo, quedan 36 hoyos por delante y tendremos a once españoles el fin de semana, siempre que Carlos Pigem confirme su presencia, pues le quedan tres hoyos por jugar de esta inconclusa segunda ronda, suspendida por falta de luz, pero lo tiene bien encaminado, pues marcha -1 en el acumulado y el corte está en +1 y de ahí no se va mover.

Campillo ha aprovechado bien las ventajas que las condiciones han concedido a su lado del cuadro, ya que por la tarde el viento no ha soplado tan violentamente. De todos modos, no vayamos a equivocarnos: tampoco era Santa Ponsa I una balsa de aceite y los pares seguían siendo muy buenos en cada hoyo. El extremeño, igual que el viernes, se ha mostrado muy sólido en todas las parcelas del juego, aunque quizá está destacando especialmente con el putter en la mano. Se le ve sereno y confiado en los greenes.

Al respecto de esta buena racha en los greenes se pueden destacar dos apuntes tan peculiares como interesantes. Por un lado, el español siente que lleva ya unas cuantas semanas pateando mejor y curiosamente todo vino como consecuencia de un consejo que le daba José Carlos Gutiérrez, que es su entrenador desde hace muchos años, pero no de putt. Le dijo que bajara un poco más el hombro derecho y aquello fue mano de santo. Y por otro lado, a Jorge también le está viniendo de perlas el hecho de desenfocar la mirada cuando va tirar un putt especialmente incómodo, ya sea el clásico de un metro o metro y medio para salvar un par, así como aquellos en los que, por lo que sea, se siente algo más presionado o incómodo. ¿En qué consiste este desenfoque? En realidad, se trata de no mirar a un punto concreto de la bola, que es lo que suele hacer siempre, sino abrir más la mirada de un modo periférico.

Consulta aquí los resultados en directo