Jorge Campillo logró ayer la segunda victoria de su carrera en el European Tour imponiéndose en un emocionante y agónico playoff ante el escocés David Drysdale. Un triunfo que estuvo a punto de escapársele al golfista extremeño en el tramo final de su ronda, al que llegó con dos golpes de ventaja.
En el 16 del Education City Golf Club de Doha, tras una mala salida, cometió bogey viendo cómo su ventaja se reducía a un solo golpe. Pero lo peor estaba por llegar. Un hoyo después, en el 17, su tiro desde el tee se fue completamente a la derecha, a una zona de tierra y árboles, prácticamente injugable, y tuvo que perder un golpe para volver a la calle… Un momento tenso que, curiosamente, Campillo vio venir.
Y así consiguió Campillo meter al fin el putt por el aro…
Nada más aterrizar en España, el golfista cacereño relata a Ten-Golf la divertida crónica de un fallo ‘anunciado’. Una historia que comienza más de una hora antes, en pleno hoyo 11, cuando Campillo siente necesidad de orinar, encuentra una zona ‘despejada’ entre los árboles y que, curiosamente, le ofrece una visual directa hacia el tee del hoyo 17.
«Vi el tee del 17 y en ese momento me di cuenta de la salida tan tensa que tendría en ese hoyo con el viento en contra que había», recuerda Campillo. «Cuando volví al tee se lo dije a Jesús, mi caddie, que la salida del 17 tenía bastante guasa. Y cuando llegamos allí, después del bogey del 16, la tensión se disparó aún más al ver cómo la ventaja que teníamos se había reducido».
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«Me puse encima de la bola y tuve dudas, no supe bien qué golpe era el más adecuado y la acabé bloqueando. Eso hizo que se fuera tan a la derecha de la calle. Todos fallamos por la derecha, los tres que estábamos compartiendo partido, pero a mí se me quedó en un sitio horrible y tuve que sacarla a green», reconoce Jorge.
«Pero de ese hoyo 17, más que achacarme el mal tiro de salida, que es evidente que lo fallé, donde se complicó todo fue con el putter. Sobre todo con mi primer putt, que no sé qué me pasó, no lo entiendo muy buen porque venía pateando fenomenal todo el domingo y midiendo muy bien fuerza y distancias. Pero se me fue la mano. Es verdad que el putt caía mucho al final y no me di cuenta, claramente. Ese fue el gran error del hoy, más que la salida», recuerda.
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Una vez cometido el doble bogey que anulaba su ventaja en la clasificación, Campillo tuvo que resetear en tiempo récord para no dejarse por el camino una victoria por la que había trabajado tanto: «Hablé con Jesús, le dije que no pasaba nada, que seguíamos empatados en el liderato y que este torneo lo teníamos que ganar por lo civil o por lo ‘criminal’, lo teníamos que ganar».
«Habiendo ganado ya una vez en Marruecos, tal y como habíamos tenido el torneo y con la experiencia acumulada de la última victoria, sabiendo cómo hacerlo, no se nos podía escapar. Eso me dio bastante confianza para ese último hoyo y, sobre todo, para el playoff, que lo jugamos bastante bien, con putts muy buenos y sin perder la calma nunca», finaliza Jorge, al que las ganas de orinar le dieron una visión de la dificultad del hoyo 17 y que con su victoria da un salto enorme en su carrera.
