Inicio Grandes Circuitos DP World Tour Cómo se redondea o se remata la talla de un gran evento
Ras de hierba de la primera jornada del DP World Tour Championship

Cómo se redondea o se remata la talla de un gran evento

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Colin Morikawa en el Earth course de Jumeirah Golf Estates durante la primera ronda del DP World Tour Championship. © Golffile | Thos Caffrey
Colin Morikawa en el Earth course de Jumeirah Golf Estates durante la primera ronda del DP World Tour Championship. © Golffile | Thos Caffrey

La alianza del European Tour con la operadora portuaria DP World, holding patrocinador principal de esta Final de Dubai, ha llegado a tal punto que a partir de ahora compartirán nombre (el circuito europeo se denominará a partir del lunes DP World Tour). El filón del circuito europeo en los Emiratos es importante y viene ya de lejos, aunque parece obvio que las dos partes sacan tajada de la relación. Incluso, con el paso de los años, hasta se ve en los campos (Abu Dhabi y Dubai) algo de ambiente. Aficionados, vaya. Pero esta es la gran asignatura pendiente, nos guste o no. Una gran Final como la que se está jugando ahora mismo en el Earth course del Jumeirah Golf Estates debiera tener más colorido, algo así como unos cuantos miles de aficionados cada día, por no decir una docena de miles…

No es un requisito imprescindible para etiquetar un evento con la ‘talla L’. Pero sí para llegar a la ‘XL’ a la ‘XXL’, y de ahí en adelante. Qué le vamos a hacer, no puede uno tenerlo todo. No por el momento, al menos.

Antes de comenzar hoy a jugar, cualquier posibilidad de victoria en la Race to Dubai de Billy Horschel pasaba ya por el hecho de terminar el torneo como mínimo en octava posición, teniendo en cuenta que Morikawa, aún terminando en última posición, iba a sumar más de cincuenta puntos. Ahora, una vez disputada la primera jornada y de haber firmado Billy una tarjeta de 74 golpes y Collin una de 68, tal objetivo comienza ya a ser algo más que un muro.

Veamos lo que necesitan los otros cuatro aspirantes respecto a Morikawa, llevando el cálculo a los grandes números, sin considerar por tanto los empates. Todos ellos, recordémoslo, necesitarían ganar y luego esperar a ver el resultado final del californiano. Tyrrell Hatton, una vez conseguido el triunfo, necesitaría que Morikawa terminase cuarto o peor. Min Woo Lee necesitaría que acabara octavo o peor. Matt Fitzpatrick, que terminara décimo o peor. Y Paul Casey que terminara decimotercero o peor. A estos casos todavía se les ve un atisbo de opciones reales (unos más que otros), porque los tres ingleses andan ahí a cinco golpes de la cabeza con 54 hoyos por jugar.

Dinamarca vuelve a postularse como triunfadora esta semana, como viene siendo habitual en los últimos meses. De momento tiene a dos jugadores ahí arriba, uno es el ganador de la semana pasada, J. B. Hansen (-5) y otro es Nicolai Hojgaard (-4) el gemelo que parece ahora más enchufado.

Por sencillo que se juegue un hoyo en una jornada en concreto, es casi imposible encontrarse con uno en el que no haya al menos un borrón, un bogey, al final del día, incluso en torneos de participación tan reducida. Hoy ha estado a punto de ocurrir. En el hoyo 2, par 5, sólo se ha dado un bogey. El ‘afortunado’ ha sido Thomas Pieters. Precisamente en este hoyo 2 Sergio García firmaba hoy un birdie, el sexto consecutivo del español en este hoyo. Lo hizo en la última jornada de 2018, en las cuatro de 2019 y en la que ha abierto la edición de 2021 (en 2020 el español no estuvo). Que siga la racha… Y si se rompe, que sea con un eagle.

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