La salida de José María Olazábal en el hoyo 7 se queda algo corta y a la derecha. Malas noticias. Es un par 5 reconvertido a par 4 que produce más de uno y dos quebraderos de cabeza. Le queda un segundo golpe larguísimo pero dibuja un precioso y necesario slice para salvar uno de los 5.800 alcornoques de Valderrama que tiene delante. La pone en uno de los búnkers de la izquierda de green. A unos 15 metros del hoyo. Es Olazábal. Es arena. Es un approach. Cualquier que haya visto cinco minutos de juego corto del doble campeón del Masters entiende que lo peor ha pasado… Sin embargo, lo siguiente que ocurre es un silencio aplastante. El aire se corta.
A Olazábal todavía le quedan lecciones por dar
Olazábal pega a la bola muy limpia desde la arena y se vuela el green, bota en el rough cuesta abajo, otro bote en el rough, un tercero en el camino y acaba trepando por el murete que marca el fuera de límites en esta parte del campo. Un cubo de agua helada recorre la espalda de los apenas seis testigos de lo que ha sucedido. Desde el búnker no se puede ver dónde ha terminado la bola y Olazábal pregunta: «¿Está out?». Así es. Se ha ido fuera. Dropa y pega el quinto de nuevo desde la arena, se vuelve a ir largo de green, pero esta vez se queda en el rough, approach, se va unos dos metros largo del hoyo y falla el putt para triple bogey.
Campillo, líder, brilla como no lo había hecho nunca en Valderrama
El golpe se clava como una fría puñalada trapera en el partido. Se nota en las caras y en los gestos de Nacho Elvira y Matthew Southgate, sus compañeros de partido. Es un bajón. De otra manera seguiría doliendo, pero no habría sido tan cruel. Se puede esperar una liada en un momento determinado de Olazábal desde el tee o en alguno de los golpes muy largos a green que de vez en cuando necesita pegar por su distancia, pero un fallo en las cercanías del green no entraba en ninguna quiniela. Además, venía jugando bastante bien, con dos tirazos y sendos birdies en el 2 y en el 5 y dos bogeys. Pero bueno, al fin y al cabo esto es golf y nadie se lo va a tener que explicar a Olazábal.
Tres reivindicaciones de ley y una vuelta de par de manual
El golfista de Fuenterrabía encaja el mazazo con una rabia contenida y negando con la cabeza. El error pesa un quintal y se agranda con tres bogeys consecutivos. De pronto pasa de estar +3 en el total, mirando incluso a los primeros puestos, a caer a +10. El corte se convierte en una quimera y se esfuma la que iba camino de ser una de las grandes noticias de este Estrella Damm Andalucía Masters.
Cómo empaquetar siete intensos años de vida y no dar tu brazo a torcer
Habrá que seguir esperando para ver de nuevo a Olazábal pasando un corte en el European Tour. Él, desde luego, lo va a seguir intentando con el mismo tesón. ¿Será la próxima semana en el Portugal Masters? Quién sabe. Él estará allí dando el máximo. Al menos, cuidado, se lleva de Valderrama la hazaña de haber hecho birdie al terrible hoyo 15 los dos días. Cosa seria.
Más allá de Olazábal, el torneo se está apretando muchísimo porque nadie consigue despegarse en la clasificación. El líder en la casa club, con los partidos de tarde aún en el campo, es Jamie Donaldson con -1. El galés tiene un golpe de ventaja sobre Wilco Nienaber (PAR), dos sobre Soren Kjeldsen (+1) y Lorenzo Gagli (+1) y tres sobre Martin Kaymer (+2). En cuanto a los españoles, Álvaro Quirós (+3) es el mejor de momento, puesto quinto provisional. También han asegurado el corte Gonzalo Fernández Castaño (+4), Nacho Elvira (+5), con una ronda muy buena de 70 golpes, y Pedro Oriol (+5). Para el resto habrá que espera a cómo evoluciona el día. En principio, todo apunta a que el +7 va a entrar, lo que aseguraría también una plaza para Alfredo García Heredia. Las mejores vueltas del día acabadas con los 69 de Donaldson, Sami Valimaki, Joost Luiten, Robert MacIntyre y Matthew Jordan.
