Sebastián García Rodríguez se encontraba en el mismo epicentro de la calle en el hoyo 18. Había empezado por el 10 la segunda ronda del Saudi International, por lo que en realidad era su hoyo 9. La tarde se estaba poniendo cada vez más picante, no como el jueves, pero sí lo suficientemente incómoda por el viento como para andar con pies de plomo.
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El madrileño, del Atleti por parte de madre, había conectado un drivazo extraordinario y allí estaba contando los metros con Javi Herranz, su fiel escudero en la bolsa esta semana. La decisión no era difícil. Después de este drive tenemos que tirar a green.
Venían con un buen parcial de uno menos en el día, con dos birdies en el 10 (otra vez para empezar la vuelta) y en el 15 y un bogey en el 12. Lo tienen claro. Agarran el hierro 3 y se lanzan a por el green, pero el golpe es horrible. Le pega como una cuarta detrás de la bola, apenas vuela 100 metros y se va directa al agua. “Si hay público ahí a la izquierda creo que me cargo a alguno…”, confesaba después.
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Fue un golpe de esos de tierra trágame donde uno no sabe dónde meterse. Sin embargo, Sebas y Javi se miraron y comenzaron a reírse… No estaban haciendo una fiesta del golpe, obviamente, pero tampoco montaron una tragedia griega. Lo tomaron como lo que es: un error que le puede pasar a cualquiera. Esa carcajada tiene mucho más valor que un birdie, ya que indica una actitud fantástica ante los errores. “Aquí todos cometen errores. Hay que pasar página y mirar hacia adelante. Mirar hacia atrás no sirve de nada”, asegura Sebas.
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El hoyo 18 se saldó con doble bogey y en el 2 cayó un nuevo bogey tras comerse un búnker que no entraba en ningún plan lógico, ya que estaba a más de 350 metros. El viento a favor hizo lo suyo. En un visto y no visto, el golfista español pasó de estar mirando hacia arriba a colocarse a un golpe del que entonces era el corte provisional, ya que el +1 no terminaba de entrar.
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Pues bien, lejos de entrar en pánico, Sebas comenzó a pegar muy buenos golpes, empezando por el hoyo 3, un par 3 fiero en el que necesitó un hierro 4. Birdie. Aire para los pulmones. Sacó otro gran birdie en el 7 y arrancó dos pares fantásticos en el 6, con un hierro 3 de segundo, y en el 9, con un hierro 5.
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Otra gran ronda de golf de Sebas en el torneo más importante de su carrera. Está mostrando carácter, mucho birdie (eso venía de fábrica) y una actitud a prueba de bombas. Así, si mantiene esta determinación y calma, atando el corto el ritmo de su swing, sin dispararse, todo se puede esperar de él.
