Sergio García (-27) ha destrozado esta semana en Castellón todos los registros históricos del Circuito Europeo. Ha ganado con el número de golpes más bajo de toda la historia (257). Y aunque se haya colocado bola cuenta para los anales. Vaya si cuenta. El director del torneo, Miguel Vidaor, nos sacaba de dudas…
El Royal & Ancient recomienda a los clubes que no se contabilicen como récord del campo aquellas vueltas que se hagan colocando bola. Sólo es una recomendación y sólo dirigida a esta parcela particular de los récords del campo. Así las cosas, el registro de Sergio García es una marca para la historia del Circuito Europeo con todas las de la ley.
Su resultado final de 257 golpes supera por uno el registro histórico del Circuito que estaba en poder de Ian Woosnam (1990 en Montecarlo) y David Llewellyn (Biarritz, 1988). Impresionante. Es también el resultado total bajo par más amplio de toda la temporada y el segundo de la historia, por detrás del -29 de Ernie Els en el Johnnie Walker de 2003.
No obstante, al margen de número y récords, que ahí quedarán para siempre, lo que más cuenta es la exhibición escandalosa de golf que ha ofrecido el genial jugador de Borriol.
Sergio ha culminado una semana de ensueño. Su juego desde el viernes ha sido primoroso. 63, 64 y 63 golpes. Descomunal. No ha dado opción alguna a nadie. Ha sido un ciclón sobre la urbanización de la Coma. No, no crean que hoy ha salido a contemporizar con la ventaja de ocho golpes que traía del sábado. Para nada. Sergio ha apretado de lo lindo y ha vuelto a sacar a pasear la máquina de hacer birdies. Una vez más, ha hecho la mejor vuelta del día, como el viernes y como el sábado. Bestial. Su margen de golpes lo dice todo: once impactos sobre el segundo clasificado, el tercero más elevado de la historia.
Es la novena victoria de Sergio García en el Circuito Europeo, la decimosexta si unimos los triunfos en el PGA Tour, y la segunda en Castellón. El español rompe con una sequía de casi tres años sin ganar un título. Y lo hace a lo grande. Como todo en la vida de este genio del golf.
Con este éxito, Sergio culmina el viaje de regreso que inició a principios de temporada. Confirma que está de vuelta, que contemos con él para todo. ¿Para un Grande? También, por supuesto. Jugando al golf de esta manera Sergio es irresistible. Todo lo ha hecho bien. Una maza con el juego largo y fino y preciso con el putter. Una exhibición.
Mañana se harán públicos los datos oficiales del ránking mundial. El castellonense debería acercarse mucho a los 30 primeros del planeta. Y subiendo… La próxima semana lo veremos en el Andalucía Masters de Valderrama. Sin duda, es uno de los grandes favoritos.
Mención especial se merece Gonzalo Fernández Castaño (-16). El madrileño se ha tenido que conformar con la segunda posición, ya que Sergio estaba intratable. No obstante, también ha demostrado que está de vuelta. Un diamante que vuelve a meterse en el joyero de la Armada.
Su última vuelta ha sido fabulosa. Los dos últimos bogeys no deben empañar una actuación extraordinaria. Hacía 29 golpes por los nueve primeros y se ponía nueve bajo par en el hoyo 14. Tremendo. Eso dos bogeys finales llegaban por un putt corto fallado en el 17 y en el 18 con la segunda plaza garantizada.
Gonzalo se asegura la tarjeta sin necesidad de pedir exención médica. Un éxito total. Sólo ha jugado diez torneos en lo que llevamos de temporada.
En cuanto al resto de la Armada, Garrido y Del Moral (-5), terminaban con sendas vueltas de 69 y 71 golpes; Cabrera Bello (-4) hacía 70; Cañizares y Lara (-1) culminaban con 68 y 71 y Suneson (+5) remataba con 72.
